En nada, campeones, ya verán

Luis Enrique celebra uno de los goles de la selección española contra Eslovaquia

Luis Enrique celebra uno de los goles de la selección española contra Eslovaquia / AFP

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Era como la final del Mundial. Vale, de acuerdo, no, o no tanto. Como la final de la Eurocopa. ¿Tampoco?, bueno, ¡caray!, era la final de la Eurocopa. No, no, chaval, tampoco, era, simplemente, el tercer partido de la fase (casi) previa de clasificación para octavos de final de la Eurocopa y era, no lo olvide, querido lector, aficionado, igual poco de ‘La Roja’, el partido decisivo del grupo más fácil del campeonato.

Y, sin embargo, los saltos de Luis Enrique, que, por fin descorchó el cava, fueron de final de Copa del Mundo. Vaaaaale, de final de Eurocopa. Vaaaaale, de salvación y evitar el descenso, que no el despido porque ‘Lucho’, como Zinedine Zidane, solo dejará de ser seleccionador cuando quiera él.

Esa es, a mi entender, que igual prefiero tener la razón que llevarme una alegría (por eso de que le tiene manía a los medios de comunicación), la auténtica realidad de lo que ocurrió ayer tarde en La Cartuja, el estadio sevillano, en el que el césped debió ser cortado a 6 milímetros en lugar de a 10 y que por eso no ganamos a Suecia y Polonia.

Pero hay una realidad superior que muchos se niegan a ver y que no es motivo para intuir que nos puede ocurrir cualquier cosa, ahora, que es cuando empieza la auténtica Eurocopa, hasta ahora ha sido solo el calentamiento y ha sido tan frío que ayer convertimos en celebración lo que debió ser un mero trámite. Suecia es la selección nº 18 del ranking FIFA (0-0), Polonia es la nº 21 (1-1) y Eslovaquia (¿les digo la alineación?) es la nº 36 y, claro, sí, ganamos.

¿Quieren más datos para valorar, realmente, no esta fase de risa sino el auténtico valor de clasificarse siendo la selección nº6 del ranking FFA? Pues que sepan que se clasifican 16 de 24 selecciones, es decir, que es el doble de difícil ser eliminado que conseguir el pase a los octavos de final. Así que midamos la euforia (ya, ¿que la suya no es grande?, vale, vale, le creo) porque, insisto, es ahora cuando empieza la Eurocopa de verdad.

Eso por no recordar que se falló otro penalti y un montón de ocasiones. Y el chiste, que ya empezó con la nueva alineación de España, dando la razón a todos los que le criticamos (por fin un lateral derecho de verdad, por fin un centro del campo creador y experto -¡menuda reclamación de ‘Busi’ y Koke pidiendo penalti!-- y un ataque con el mejor goleador español, sin tocarlo), llegó hasta tal extremo de que España tuvo que adelantarse en el marcador con un autogol del portero del Newcastle United, Martin Dubravka, que, por cierto (igual no lo dicen las crónicas), también regaló el segundo con una salida de cadete.

Repito, si Luis Rubiales, el mandamás de la Federación Española, le está dando vueltas a renovar a Luis Enrique (eso contó ¿verdad?, el propio ‘Lucho’), haría bien en esperarse unos días porque puede, sí, que se lo merezca (no creo que exista entre los entrenadores españoles, jóvenes y veteranos, grandes empujones y zancadillas por hacerse con el cargo), pero, de momento, lo único que ha hecho ha sido clasificarse, como 16 de 24, empatando dos partidos y ganando el último, con dos primeros goles regalados por el rival y otro en propia puerta.

Por cierto, mientras esperamos (ya hay quien lo da por hecho ¿verdad?) que Leo Messi, mientras sigue sufriendo para ganar con la albiceleste, nos premie con su renovación por 1 año + 1 de alargue + 2 en EE.UU., en Miami, + 15 como embajador del Barça en el mundo (del fútbol, de los negocios, del marketing, de Netflix, Amazon o donde sea que le necesiten), ayer disfrutamos de cuatro grandes actuaciones (bueno, los defensas menos, pero, sí, estuvieron enormes) de cuatro barcelonistas (cero del Real Madrid, ¡ojito al dato!) como fueron Busquets, tremendo tras superar el Covid, capitán, mandamás como pocos y MVP del partido, el revolucionario, fino y prodigioso Pedri, que, de verdad, cada vez se parece más a don Andrés (aún le queda, sí), Alba, que dio su golito, y el ‘rookie’ Eric Garcia.