La campaña contra Dembélé

Ousmane Dembélé, protagonista

Ousmane Dembélé, protagonista / VALENTÍ ENRICH

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

VUELTA A LAS ANDADAS

Muchos aficionados (y algunos periodistas) consideran que hay una campaña contra Dembélé. Es verdad. Existe esa campaña. Y el principal artífice de la misma es el propio Dembélé... Porque no se entiende, de ninguna de las maneras, que el día después de su gran actuación en el derbi de Cornellà llegue dos horas tarde al entrenamiento. No hay excusa posible para el delantero francés. Y menos ahora que había dado un salto cualitativo impresionante en su rendimiento futbolístico. Tan grande que, incluso, parecía haber pasado por delante de Coutinho, como sucedió el sábado contra el Espanyol. Daba la sensación de que había entendido la lección: hay que ser profesional fuera del campo para triunfar dentro. La presión ejercida desde el club y las advertencias (incluso públicas) de sus compañeros le habían hecho reaccionar. Con resultados espectaculares en el terreno de juego: en sus últimos ocho partidos había marcado tres goles y había dado cinco asistencias. ¡Perfecto! 

Hasta que ayer volvió a aparecer la peor versión de <strong>Dembélé </strong>con un nuevo acto de indisciplina... Ya no vale la justificación de ser un despistado. No sirve como coartada su juventud. Su nuevo retraso (¡dos horas!) es una falta de respeto total y absoluta al entrenador, a sus compañeros, al club y a todo el barcelonismo. Dembélé no tiene defensa posible. Ni siquiera de aquellos aficionados (y periodistas) que han insistido en una campaña de los medios de comunicación (fomentada por el propio Barça) contra él. A Dembélé le pusimos en el SPORT de ayer domingo un 9 por su gran actuación ante el Espanyol. Y hoy no tenemos más remedio que ponerle un 0 por haber vuelto a las andadas. La campaña solo está en la cabeza de Dembélé...

UNA FINAL SURREALISTA

Un apunte final para la final de la Copa Libertadores, que nunca tuvo que jugarse y menos en el Bernabéu. Ganó River en un partido con escaso fútbol que dice muy poco del nivel argentino. Messi, que lo vio desde un palco privado, comprobó que sus compatriotas no dan para más. Así le va a la selección...