Campaña anti-Messi: el tiro por la culata

Messi durante el partido

Messi durante el partido / Javi Ferrándiz

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Les ha salido el tiro por la culata. Los que pretendían perjudicar a Messi con la filtración de su contrato se han dado de bruces contra la realidad blaugrana: la mayoría de los socios y aficionados se han puesto al lado del crack argentino. El apoyo que Messi pudo haber perdido con el famoso (y desafortunado) burofax del pasado mes de agosto, lo ha recuperado de golpe y porrazo gracias a la inútil estrategia de desprestigio que han lanzado (todavía no se sabe quien, pero se sabrá) contra su persona. La filtración ha conseguido justo el efecto contrario: la imagen de Messi ha salido reforzada entre los culés. Nadie (bueno, casi nadie) cuestiona los ingresos de Messi. Al contrario. Incluso especialistas financieros demuestran que Messi genera beneficios para el Barça: calculan que alrededor de 235 millones de euros en las tres últimas temporadas. O sea, los que manipularon la información del contrato de Messi han quedado retratados. El Barça no está arruinado por culpa de Messi. Si alguien ha puesto al club al borde de la bancarrota han sido sus pésimos gestores, con la inestimable ‘ayuda’ de la pandemia...

El expresidente Bartomeu ya se ha apresurado a decir que él no filtró el contrato. Desde el club también se niega ninguna responsabilidad al respecto. Casi nadie se cree la versión oficial de la entidad. Pero, de momento, no hay pruebas para señalar al culpable (o culpables). Aunque Messi, a pesar de su victoria moral, no desistirá en su empeño de localizar y denunciar a los filtradores y al medio de comunicación que aceptó convertirse en el arma arrojadiza contra Leo. La campaña contra Messi (una más de las que lleva sufriendo desde hace ya demasiados años el mejor jugador del mundo) ha fracasado. Pero mucho me temo que habrá nuevos intentos de desestabilización. Con el claro objetivo de que Messi acabe hartándose de todo y de todos y decida abandonar el Barça. En cinco meses puede hacerlo con la carta de libertad bajo el brazo. Si el nuevo presidente no lo evita con un proyecto ilusionante para el crack argentino. Un proyecto en el que, por cierto, el dinero no es lo más importante...