El Camp Nou vuelve a soñar

Algo cambió en el Barça con la llegada de Xavi y poco a poco se van viendo los frutos. Primero fue esa sensación de que podían pasar cosas, que se rompía una inercia negativa y que se abría la puerta a que las cosas funcionaran de manera distinta. 

La realidad de la plantilla y de la competición iniciada dejaron algunos reveses en los primeros resultados de Xavi: condenados a la Europa League, eliminados de la Supercopa y fuera de la Copa del Rey. Pese a ellos, seguía existiendo esa oportunidad de cambiar el rumbo del equipo y del club. Incluso en una de esas derrotas, en la de la Supercopa ante el Real Madrid se supo que algo había cambiado y, más aún, cuando en la capital no entendieron el sabor a triunfo que quedó en el Camp Nou.  

Ante el Atlético se constató que hay fuerza, ganas y alegría de sobras en el equipo para que dentro de lo posible tengamos que pensar en “abrocharnos el cinturón”, como djo Pep Guardiola en 2008. Quizás no dará para llegar a lo más alto, pero sí para pasarlo bien y que el camino para clasificarse para la próxima Champions, y quizás soñar con llegar lejos en la Europa League, no sea sumidos en la inercia y la desgana. 

El Camp Nou volvió a probar las mieles de la victoria y de la alegría a lo grande. No es para menos, el Atlético te había logrado sacar de las casillas y desactivarte en más de una ocasión y este domingo ni toda la garra del mundo le sirvió al ‘Cholo’ para desactivar el estilo de Xavi. También ayudó el fin del aforo limitado, el buen tiempo y la hora, pero existió esa sensación de amor reencontrado entre un equipo y una afición que se han echado de menos y ahora tienen unas cuantas citas interesantes para volverse a conocer.

No es mala ocasión la primera oportunidad de encarrilar de nuevo una competición europea, aunque se trate de la Europa League, pero ante el Nápoles el Camp Nou también jugará. El equipo se ganó el crédito ante el Atlético para recibir un apoyo como si fuera la Champions. Parece que ahora se puede confiar en este equipo ya que la entrega, esfuerzo e intención de jugar al fútbol está garantizada. Si, además, se ha acertado con los refuerzos puede que lo que queda de temporada se nos haga corto. Señal que iremos por buen camino para recuperar la alegría.