El camino hacia el triplete, cada vez más allanado para el Barça

En el fútbol no hay rival fácil y en una competición de eliminatorias puede pasar cualquier cosa pero esta vez no hace falta engañarse: al Barça le sonrió ayer la suerte en el sorteo de los cuartos de Champions. La Roma era quizás el equipo más asequible del sorteo y sin duda el preferido del vestuario, incluso por encima del Liverpool. Es cierto que hay que vigilar: juega en el imponente estadio olímpico de Roma, con una afición muy pasional, tiene a Dzeko, alma del equipo y gran jugador, y acaba de pasar de octavos por primera vez en la última década. Además, la Roma tiene a priori a su favor el factor campo, porque juega la vuelta en casa con el calor de su público. Pero hechas estas consideraciones obligadas, el equipo italiano sabe que el gran favorito de la eliminatoria es el Barça, que ve cómo se le allana cada vez más el camino hacia el triplete: tiene la Liga muy cerca, la Copa a un solo partido y desde ayer llegar a las semifinales de Champions es una posibilidad muy real. Valverde ha hecho esta temporada un planteamiento muy inteligente desde el punto de vista de la comunicación: nunca ha dado ninguna competición por ganada, ha concedido la misma importancia a todos los rivales y ni siquiera ha querido hablar de cuáles eran los objetivos. Es decir, se ha curado en salud, ha sido sumamente prudente y no ha querido ir nunca más allá del siguiente partido. Pero a base de quemar etapas e ir ganando partidos, el resultado es que se ha plantado a mediados de marzo con las tres competiciones a tiro: está a cinco partidos de ganar la Champions, quizás a menos de seis o siete partidos de conquistar la Liga y a solo uno de llevarse la Copa. El culé negativo dirá que todavía falta mucho, pero el culé positivo empieza a pedir paso y reivindica su legítimo derecho a soñar.