Por calidad y porque se lo creen

Antoine Griezmann lideró la remontada del FC Barcelona en Villarreal

Antoine Griezmann lideró la remontada del FC Barcelona en Villarreal / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

El Barça sigue con paso firme hacia el título de Liga. Sabe que ha de ganar todos los partidos y los va ganando. Con solvencia, además. Superando dificultades como la que ayer supuso que el Villarreal se adelantara en el marcador. Ahí me quiero quedar. Es un instante cumbre en esta remontada histórica que significaría llegar victorioso al final del campeonato cuando hace tres meses estaba descartado y luchando, incluso, más para salvar la cuarta plaza.

Ese instante, digo, en el que el Villarreal se puso por delante y la Liga empezaba a escaparse. Ahí era preciso tener la cabeza fría y mucha seguridad en sí mismo. Dicho y hecho. Saque de centro y gol, golazo, de Griezmann. Menos de un minuto para agarrarse otra vez a la Liga. Algunos lo llamarán la suerte del campeón.

Un servidor lo llama carácter y hambre de doblete. Ahí se demostró que el Barça va disparado hacia el título por calidad, la de Messi, la DeJong, la de Griezmann, y porque se lo creen, pues sin fe ni ambición esto sería imposible. 

El vaso, medio lleno

Estamos en una situación en la que hay que valorar tanto el qué como el cómo. Me refiero al eterno debate entre resultadismo y excelencia. El qué se logra y el cómo se logra, para entendernos. Ayer, el Barça logró lo que quería aunque puedan ponerse algunos peros a lo que sucedió en la segunda parte. Terminar con cuatro centrales cuando el rival estaba con un jugador menos no está en el decálogo del ADN azulgrana.

Bueno, vale, de acuerdo... Pero, ¿y el gol de Griezmann?, ¿y el recital de Frenkie De Jong en la primera parte? ¿Y los paradones de Asenjo? El Barça fue superior al Villarreal y pudo irse perfectamente al descanso con dos o tres goles de ventaja. Valoremos los momentos de buen juego, la buena disposición táctica, las variantes que ha encontrado Koeman para que cuando el rival vigile al límite del reglamento a Messi, aparezca De Jong.

Y la recuperación de Griezmann y el descubrimiento de Mingueza... Estamos en una carrera de fondo casi inhumana, con una sobredosis de partidos que hay que saber gestionar. Así que el vaso está medio lleno, lo tengo clarísimo.