El cabreo del vestuario y el toque de Koeman

Koeman, en una imagen en sala de prensa

Koeman, en una imagen en sala de prensa / FCB

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça está en racha. O, mejor dicho, ha entrado en una buena dinámica de juego y resultados. Tres victorias consecutivas. Once goles a favor. Ninguno en contra. Con futbolistas hasta hace pocos días defenestrados (Griezmann, Dembélé, Braithwaite...) que se han unido a la causa de Koeman con sus grandes actuaciones. La crisis parece superada, aunque también es verdad que los rivales (Dinamo de Kiev, Osasuna y Ferencvaros) no eran excesivamente potentes. Pero hay que valorar en su justa medida la mejora experimentada por el Barça y la sensación de fútbol coral que traslada equipo. 

Todo marcha según los planes previstos por el entrenador... Todo menos las inoportunas declaraciones del presidente de la Comisión Gestora, Carles Tusquets. Sus palabras sobre Messi (“yo lo hubiera vendido este verano, económicamente habría sido positivo”) y sobre la rebaja salarial a la plantilla (“los jugadores no cobrarán en enero”) han sentado como una bomba en el vestuario. En unos momentos en los que, por encima de todo, se necesita calma, Tusquets ha incendiado el ambiente con frases que desde el mismo club califican de “irresponsables e imprudentes”. El propio Koeman se las reprochó ayer, en la rueda de prensa previa al partido ante el Cádiz: “Estos comentarios no nos ayudan a tener la tranquilidad que necesitamos”.

El técnico entiende que no se pueda controlar lo que se dice desde fuera, pero le resulta asombroso que no se pueda controlar tampoco lo que se dice desde dentro. Tusquets debería ser un simple ‘funcionario’ que llevara al Barça hasta las elecciones del 24 de enero sin ningún sobresalto. Pero ha querido tener un protagonismo excesivo metiéndose en todos los charcos. El presidente de la Comisión Gestora no puede dar este tipo de entrevistas pirómanas... a no ser que desee asegurarse un minuto de gloria que le permita salir en todos los periódicos. Si esa, desgraciadamente, es su  voluntad, la está haciendo un flaco favor al Barça. A ver si ha entendido el ‘toque’ de Koeman...