¡Se buscan 700 millones!

Laporta y Romeu, en una imagen de archivo

Laporta y Romeu, en una imagen de archivo / Javi Ferrándiz

Joan Vehils

Joan Vehils

A Eduard Romeu, vicepresidente económico del FC Barcelona, deberían darle más oportunidades de salir en los medios de comunicación. Digo esto porque el Barça no anda sobrado de directivos que comuniquen bien y Romeu es uno de esos. Ayer dio pruebas de ello en el programa radiofónico de Jordi Basté. Romeu es claro y directo, no dice más de lo que quiere decir y es capaz de arremeter con educación o de mostrar su indignación sin faltar al respeto a nadie. A todo eso, no se excusa constantemente en el pasado, reconoce que el Covid ha hecho mucho daño al Barça y tampoco le importa reconocer que tras la primera reunión que celebró esta junta directiva, el presidente Laporta le recriminó que: ‘Al Barça se viene llorado de casa’.

A todo eso, con una expresión muy catalana: ‘Amb 700 millons em farien un home’ (Con 700 millones me harían un hombre), dio a conocer la cifra mágica de lo que el Barça necesitaría para poder recortar deuda, fichar y ponerse al día desde el punto de vista económico. Pues eso, que ya conocemos la cifra mágica. Al menos la cifra que desde el club consideran necesaria para poder cerrar el ejercicio con dignidad el próximo 30 de junio. No obstante, la tranquilidad de Romeu no es la misma que se respira de puertas adentro y más aún, sabiendo que solo quedan 26 días para cerrar la temporada. Y, claro, o hay ingresos o no hay fichajes. No hay más.

Fue claro con CVC, con las complicaciones actuales que el club tiene para fichar, sobre la futura venta de BLM y no descarta que la Superliga europea tenga futuro. Fue duro con Tebas, pero dejó una puerta abierta a firmar con CVC con otras condiciones. En fin, que hacía falta que alguien dejara las cosas claras. Eso sí, el problema no tiene fácil solución y una de las salidas es pedir a algunos futbolistas de la plantilla que se bajen parte de esos salarios desorbitados que tienen firmados. Y es que ese fue el principal error de Bartomeu. Ceder ante la presión de las vacas sagradas y aceptar unos contratos que ahora están fuera de mercado. Es verdad que esos futbolistas habían ganado muchos títulos, pero igual que entonces se sobrepasaron en sus exigencias, ahora deberían ayudar al club. Me temo que no será una cuestión fácil. Quizá, el vicepresidente económico, Eduard Romeu, en ese ejercicio de transparencia que ayer realizó ayer, debería explicar también que futbolistas muestran ahora su predisposición por adaptar sus sueldos a los tiempos que corren y todos aquellos que se cierran en banda. Eso sí, visto el rendimiento mostrado esta última temporada por algunos jugadores en el terreno de juego y otros fuera de él, creo que la bajada salarial, salvo excepciones, debería ser más que obligada. Es lo que hay.