La bronca de Messi

Leo Messi celebra un gol durante el Barça-Huesca de la Liga Santander 2018/19

Leo Messi celebra un gol durante el Barça-Huesca de la Liga Santander 2018/19 / Valentí Enrich

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Tras el parón de selecciones (más animado competitivamente que otras veces gracias a este invento de la UEFA Nations League y la revolución de Luis Enrique), el Barça afronta su particular cuesta de enero en septiembre y octubre. Un total de 7 partidos en 3 semanas pondrán a prueba el nuevo proyecto de Valverde, que había arrancado, antes de la interrupción, con un pleno de triunfos: 9 puntos de 9 en la Liga y campeones de la Supercopa de España.

Llegará, pues, el momento de las rotaciones (controladas, eso sí) y el de los fichajes. Hasta ahora, la participación de Lenglet (115 minutos), Arthur (80, Arturo Vidal (42) y Malcom (6) ha sido testimonial. Valverde ha tirado de sus ‘vacas sagradas’ para iniciar la temporada sin sobresaltos. Pero ahora, con la acumulación de encuentros de Liga y Champions, el técnico no tendrá más remedio que apostar por los recambios. Todos los jugadores son susceptibles de entrar en las rotaciones. Todos menos Messi (y Ter Stegen, pero el caso del portero es, evidentemente, diferente). 

El crack blaugrana, que por primera vez ha preferido quedarse en casa (y subrayo en casa porque su casa es Barcelona) antes que jugar dos amistosos con Argentina, se encuentra física y mentalmente a tope para liderar al Barça. Con galones de capitán y más concienciado que nunca de su trascendencia futbolística, Messi llega a esta maratón de partidos listo para su gran reto: el triplete. Ganar la Liga está muy bien. Lograr un doblete con la Copa, aún mejor.

Pero el gran objetivo de esta temporada (¿el único?) es reconquistar la Champions. Messi tiene ‘bronca’ porque solo ha podido ganar una Copa de Europa en los últimos siete años, mientras que el Madrid (y Cristiano) han sumado cuatro en cinco temporadas (las tres últimas consecutivas). Y está dispuesto a remediarlo. Ya lo anunció en su primer discurso como capitán. Pero sus mejores palabras, seguro, llegarán en el campo. Messi con bronca aún es más Messi.