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Opinión

La botella de cava del resultón Laporta

Joan Laporta disfrutó en la entrevista con Bibiana Ballbé

Joan Laporta disfrutó en la entrevista con Bibiana Ballbé / 3CAT

No hacía falta que lo verbalizara porque lo sabíamos todos: a Joan Laporta le gusta ser presidente del Barça, y no lo disimula. Con él se han vivido algunas de las mejores temporadas de la historia del club y, también, algunas de las imágenes más surrealistas de un presidente.

Laporta es el invitado ideal para un show nocturno como Bestial, de Bibiana Ballbè, que se emitió ayer en TV3. “Cuando me enfado soy como una botella de cava: exploto, pero me dura poco”, explicó el presidente del Barça en otra evidencia de su cambiante personalidad. Durante el programa no se enfadó. Todo lo contrario. A lo largo de la hora y veinte que dura Bestial, se mostró tranquilo, bromista, participativo y sacó a relucir sus dotes de showman.

Se puede dudar de su palabra, discrepar de su manera de gestionar el club e, incluso, poner en cuestión sus valores, pero nadie puede disentir de que es un tipo divertido. Respondió a todas las cuestiones de Bibiana, a las provocaciones de Santi Millán y a las repreguntas de Judit Mascó, y proclamó de nuevo su devoción por Johan Cruyff, al que considera el dios del Barça, por encima de Leo Messi. Eso sí, dijo que desea poder hacer el homenaje que se merece quien ha sido el mejor futbolista de la historia del club. Respecto a Hansi Flick, alabó su profesionalidad y dejó esta inquietante frase: “Es muy exigente, no le puedes cambiar los planes, pero estoy muy a gusto con él”.

No rehusó en ningún momento las preguntas personales y habló de sus hijos, de sus relaciones de pareja —afirmó que ahora está soltero—, de sus personas de máxima confianza dentro del club e insistió en que el presidente del Barça siempre debe decir la verdad y que odia la mentira.

En fin, que acabó siendo el protagonista del plató tras afirmar que se siente “resultón” y que prefiere el sexo al dinero. Respecto a esta última afirmación, seguro que nadie pone en duda que sea verdad. Pues eso, que anoche vimos a un Laporta en estado puro: para unos, un líder; para otros, un bochorno.