La bomba Pedri y el efecto Luuk

Pedri adelantó al Barça ante el Levante

Pedri adelantó al Barça ante el Levante / Javi Ferrándiz

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Hay partidos que, para bien o para mal, marcan el destino de un equipo o de determinados jugadores. El de ayer del Barça en el campo del Levante estuvo en un tris de romper la magia que le ha catapultado desde la llegada de Xavi y, en cambio, significó la confirmación del carácter ganador de un equipo y de su capacidad de reacción a nivel colectivo. Y a nivel individual, la bomba Pedri y el efecto Luuk de Jong.

Diecinueve años de puro fútbol, el primero, y nuevo gol decisivo de puro delantero centro que no estaba llamado a tener sitio en el Barça de Xavi, el segundo. Es en estos campos donde se ganan o se pierden títulos, partidos contra rivales que corren y trabajan al límite físico y pueden dejar al aire las carencias de cualquier equipo grande. Si a todas estas dificultades se añaden tres penaltis en contra, ¡tres!, la situación se vuelve casi dramática. Así que hay que aplaudir la reacción y capacidad de superación de este Barça y magnificar la figura de Pedri, que cuando salió cambió la cara del equipo y del partido. Marcó el segundo gol, el de la primera remontada, puso las pilas a Dembélé y ejerció de líder. Sin olvidarse de Ter Stegen, que paró el segundo penalti, el que amenazaba con ser el principio del fin.

JUGAR CON FUEGO

En definitiva, bien está lo que bien acaba pero lo que pasó ayer en el campo del Levante no puede caer en saco roto. No en vano, el equipo de Xavi fue a remolque del colista durante cincuenta y cinco minutos, con una primera parte infumable, desde luego, la peor con Xavi de entrenador, sin intensidad ni nada que se le pareciera, con el técnico desgañitándose en la banda reclamando rapidez y esfuerzo en el repliegue.

La imagen del colista subido a las barbas del Barça hacía mucho daño. El equipo jugó con fuego y si no se quemó fue por el talento de Pedri y la personalidad de un entrenador que supo reaccionar y dar con las teclas que se necesitaban en cada momento. Esta es otra victoria de Xavi. No sabemos, todavía, si en el descanso hubo bronca o mensaje futbolístico, lo que sí sabemos es que surtió efecto y que los cambios fueron decisivos.

La clave: el Barça sacó el carácter colectivo y el talento individual de sus jugadores más determinantes.

TEMAS