Boateng, un parche de garantías

Boateng saluda antes de iniciar su primer entrenamoento

Boateng saluda antes de iniciar su primer entrenamoento / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Una aclaración para empezar: Me gustaría que no se tomaran la expresión “parche” desde un punto de vista peyorativo y, mucho menos, en el caso de Boateng, crítico. Prefiero que, en un primer análisis, nos tomemos el sentido de parche no como un zurcido o pegote, si no como un retoque.

Me explico: si hablo de parche es por el sentido estricto de la provisionalidad. Por definición, un parche es un arreglo, un remiendo para ganar tiempo, una solución transitoria a la espera de la definitiva. Y en este sentido, un fichaje pensado y ejecutado y casi que anunciado para cinco meses es un parche como una catedral. Pero que Boateng sea un parche no quiere decir que sea algo malo.

Es lo que ha decidido el club, un refuerzo barato y con un objetivo muy claro: que dé respiro a Suárez y si tiene que sustituirle por alguna causa de fuerza mayor, que sea lo más parecido posible a él. 

Mejor que Munir

La llegada de Boateng no se puede desligar de la salida de Munir ni de la situación en la que quedaba Munir después de anunciar que no iba a renovar. Aquí hay un millón de euros que entra y otro que sale, aunque no creo que el salario sea el mismo.

Pero si el canterano dejaba de ser un jugador de larga trayectoria, quedaba exactamente a expensas de la misma provisionalidad que ahora tiene Boateng, con la diferencia de que el que llega lo hace con la ilusión de poder quedarse y el que ya había decidido irse se quedaba con la mirada puesta en otro lado.

El matiz es importante, como lo es la otra gran razón para este fichaje: la Champions. Valverde quiere estar a salvo de cualquier contrariedad en Europa, donde un mal día te echa a la calle. Pues bien, por experiencia y personalidad, Boateng es un jugador Champions. Ese mismo carácter rebelde que le precede puede ser una ventaja en cuanto a competitividad.

Tiene personalidad, empaque e incluso jerarquía. Si falta Suárez, Boateng pondrá la misma casta, empuje y ambición que el uruguayo. Solo por eso, Boateng es un parche de garantías. Y después, quién sabe. Hay parches que duran muchos años.