Bartomeu salva la presentación de De Jong

Bartomeu salvó ayer por la campana la presentación de De Jong, que por momentos parecía que podía verse empañada por una escalada de la crisis institucional que desencadenó la noche anterior Jordi Mestre, al dimitir de manera irrevocable de su cargo de vicepresidente deportivo. El presidente blaugrana actuó con buen criterio protegiendo el acto estrella de la semana, y no quiso abrir otro frente prescindiendo definitivamente de Pep Segura, que de momento sigue pero en una posición muy débil, al no contar ya con Mestre, su principal valedor.

Una vez más, ‘Barto’ ha conseguido enfriar la crisis y ganar tiempo, una de sus grandes especialidades, pero deberá contener la fuerte presión interna que le pide cambios drásticos en la dirección deportiva y en toda la política de la cantera. Es sorprendente que sea precisamente Jordi Mestre, el gran amigo de Bartomeu, el que lo haya dejado tirado a los pies de los caballos en el peor momento, a 24 horas de la presentación del gran fichaje hasta la fecha y en pleno mercado de verano. Cualquier dimisión es siempre legítima, pero el momento que ha escogido Mestre para su adiós es difícilmente empeorable: desconcierta a De Jong, envía un pésimo mensaje al mercado, debilita a Pep Segura (a quien él defendía) y deja solo a su amigo Bartomeu. ¿Tan difícil era aguantar hasta el 1 de septiembre?

LA LLEGADA DE DE JONG, LA MEJOR MEDICINA

Bartomeu sabe que en el mundo del fútbol todo pasa, y a una velocidad aplastante. Nada mejor que la llegada de un exultante De Jong para pasar página y reilusionarse con la materia prima de los sueños de los aficionados, como son los jugadores. Ayer De Jong se hizo la tradicional foto con el escudo y hoy el barcelonismo espera con impaciencia la puesta de largo de uno de los fichajes más ilusionantes de los últimos años. Quien nos lo iba a decir: la puesta de largo de De Jong será también la puesta de largo de Bartomeu como máximo responsable deportivo de la directiva.