Bartomeu resiste... pero ¿para qué?

Bartomeu, presidente del Futbol Club Barcelona

Bartomeu, presidente del Futbol Club Barcelona / VALENTÍ ENRICH

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Bartomeu debería dimitir y convocar elecciones. De forma inmediata. El Barça se enfrenta a retos mastodónticos tanto desde el punto de vista deportivo como económico. Y no puede afrontarlos con un presidente débil y una junta directiva cuestionada. Ante la grave crisis que amenaza el fútbol (y, concretamente, al club blaugrana), Bartomeu debería dar paso a un nuevo proyectomás fuerte, más cohesionado y, sobre todo, más preparado para afrontar este futuro tan incierto. Pero Bartomeu no tiene intención de dimitir ni, mucho menos, de convocar elecciones anticipadas. A pesar de todos los errores que ha cometido, a pesar de la pérdida constante de apoyos (internos y externos) se empeña en seguir hasta el final de su mandato, que concluye en junio del 2021. Con el Espai Barça (la obra faraónica que parecía ser el punto culminante de su hoja de ruta) aplazado ‘sine die’, a Bartomeu no le queda nada para ofrecer al club blaugrana, más allá de nuevas polémicas de opereta. Entonces, ¿por qué se resiste a irse? No lo entiendo. Se me escapan las (¿oscuras?) intenciones del presidente blaugrana para agarrarse al sillón del palco.

Es verdad que ahora tiene una excelente excusa para no convocar las elecciones de forma inmediata. ¿Cómo van a celebrarse unos comicios con los más de cien mil socios del Barça confinados en su casa por culpa de la pandemia? El coronavirus es el argumento que esgrimirá Bartomeu para aplazar cualquier decisión, como mínimo, hasta el mes de septiembre. Y una vez llegado el otoño, asegurará que ya no vale la pena adelantar las votaciones por seis meses que quedarán de legislatura. Resistir. Hasta el final. ¿Para qué?