Bartomeu-Florentino, no maten a la gallina de los huevos de oro

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Toni Frieros

Toni Frieros

No sé si ayer, en la comida de directivas entre el FC Barcelona y el Real Madrid, Florentino Pérez se presentó ante Josep Maria Bartomeu como presidente del club blanco o como flamante máxima autoridad de la nueva Asociación Mundial de Clubs. Bueno, seguramente como ambas cosas.

Y tampoco sé si, entre plato y plato, Florentino le explicó a su homónino azulgrana ese mastodóntico proyecto que desvelaron semanas atrás diferentes medios de comunicación financieros: la nueva Liga Mundial de clubs. Seguramente sí, Bartomeu estará al corriente porque hoy en día, Madrid y Barça se necesitan mútuamente. 

¡Es el dinero, estúpido!

Prestemos atención al matiz. Lo revelaron medios especializados en temas económicos, porque esa futura Liga Mundial está concebida como un producto financiero, no engendrada  desde un prisma deportivo. A mí me resulta pasmoso que no se haya visto todavía el esqueleto de la tan cacareada Liga Europea y ya se esté hablando de una Liga Mundial con el beneplácito y la anuencia de la FIFA. La idea sería una competición internacional cerrada con 20 equipos participantes por invitación directa de los promotores. Los mejores clubs de Europa, Sudamérica, China, Oriente Medio, Oceanía, África...

Se ha desvelado que el dinero para ponerla en marcha saldría del bolsillo de CVC Capital Partners, una entidad de capital riesgo con sede en Londres y Luxemburgo. A cambio, claro, se quedaría con todos los derechos de televisión y de explotación comercial a nivel mundial. El caramelo que pondría este fondo de inversión para  los clubs top  una auténtica locura: 1.000 millones por temporada. Si eso fuera así, FC Barcelona y Real Madrid multiplicarían por cuatro sus actuales ingresos televisivos. A nivel económico es como si te hubiera tocado la lotería.

Cómo habrá sentado la simple filtración de ese proyecto que el presidente de la UEFA, el esloveno Aleksander Ceferin, ha tildado a Florentino Pérez de “egoista” por pensar solo en sus intereses y no en las consecuencias  e impacto que tendría una Liga Mundial cerrada en las ligas domésticas y, claro, en su “parcela”: la Champions League.

Un estudio encargado por LaLiga demuestra que la posible creación de la Liga Europa de Clubs hundiría, como mínimo, un 40% el valor de mercado de la competición nacional, que es el valor que representan Real Madrid y FC Barcelona. Sería como dispararse un tiro en cada pie después de que LaLiga haya conseguido en los últimos años crecer el doble en ingresos económicos gracias al alto nivel de la liga española. Estas ideas, queriendo o sin querer, lo que pretenden es expulsar a los clubs más pequeños y modestos que, sin poder competir con los grandes, morirían a los pocos años por asfixia económica.

Hasta donde uno llega a saber, el FC Barcelona está a favor de la nueva Liga Europea siempre y cuando sea absolutamente compatible con la actual competición. Y ahí ya radica  un conflicto que será muy difícil de solventar y que impide dar el primer paso. Primero, porque la UEFA no quiere renunciar a su Champions League. Segundo, porque quienes pondrían el dinero para la nueva liga europea exigen, como condición sine qua non, que se dispute en fin de semana.

Como ven, la industria del fútbol es como una cintrifugadora. Su apetito recaudatorio es insaciable. Solo espero que Barça y Madrid, Florentino y Bartomeu, no cometan el error de matar a la gallina de los huevos de oro.