Bartomeu, la envidia de muchos

Josep Maria Bartomeu quiso tener un sentido aparte con el mundo peñístico en su despedida

Josep Maria Bartomeu quiso tener un sentido aparte con el mundo peñístico en su despedida / EFE

Alex Corretja

Alex Corretja

Me gustaría abordar el final de etapa de Josep Maria Bartomeu como presidente del FC Barcelona desde mi vivencia cuando me nombraron capitán del equipo español de Copa Davis, pero antes quisiera dejar claro que, desde el minuto uno que sales elegido en una entidad reconocida a nivel mundial como es el club blaugrana estás en el punto de mira. Si lo haces bien es como un “solo faltaría con el poder que tienes”, pero si lo haces mal te ponen la cruz sin importar los condicionantes. Duro, pero tristemente cierto.

Desde el momento que eres presidente en un equipo como el culé hay miles de personas que están en tu contra por el mero hecho de serlo y mucha gente quiere el lugar que ocupas. Estar en lo más alto del FC Barcelona como directivo debe ser un orgullo, un reto, incluso, un sueño, ya que representas al club de toda tu vida, pero me temo que te vas encontrando todos los palos posibles en tus ruedas desde el principio. Creo que rodearte de gente de tu máxima confianza debe ser fundamental para no acabar volviéndote loco. Y aun así es probable que alguno de ellos también te acabe intentando meter algún gol en fuera de juego. 

Es cierto que la situación que se vivía en Can Barça era insostenible. La dimisión era esperable dentro de las posibilidades y ahora se abre un nuevo escenario. El de toda esa gente que, desde la barrera, ha opinado sobre cómo deberían haberse hecho las cosas, que se ha quejado constantemente y que ha repetido hasta la saciedad que todo se había hecho erróneamente. Llega su momento. Ahora tienen unos meses para preparar su candidatura, ganar las elecciones y demostrar que tenían razón con sus argumentos. 

A lo mejor liderar un transatlántico como el Barça no les resulta tan sencillo como lo veían desde el sofá de su casa o desde el asiento del añorado Camp Nou, pero me conformaría con que lo guiaran desde un punto meramente deportivo. El club tiene cientos de miles de seguidores por todo el mundo y me parece que estaría bien que pensaran en todos ellos a la hora de tomar decisiones o tomar según qué posicionamientos. 

Recuerdo que, en mi caso, desde el momento que me nombraron capitán de la Copa Davis, empecé a sentir que cualquier decisión que tomaba estaba mirada entre alfileres . No llevaba ni seis meses y ya escuchaba a periodistas que le preguntaban a compañeros de mi época si les gustaría ser capitán y ocupar mi lugar. ¡Ni seis meses! Eso, indiscutiblemente, generaba situaciones incómodas entre nosotros. Se filtraron un montón de mentiras y titulares desagradables en diferentes artículos, (incluso por periodistas que yo consideraba “amigos”)  y yo no dejaba de alucinar, por momentos tenía ganas de salir a desmentir todas esas falacias, pero al final opté por dejarlo pasar no sin antes costarme varios momentos de amargura. No me quiero ni imaginar lo que debe ser si eres presidente del Barça, algunas cosas pueden ser verdad, pero una gran mayoría estoy convencido que son para llevarse por delante al que esté al frente. 

Empiezas con la máxima ilusión, y a tope de ganas, pero acabas pensando que casi mejor no seguir y así vuelves a un segundo plano que te devuelve la tranquilidad perdida durante esa época. Te puede gustar más un presidente, un capitán u otro, pero de lo que no tengo duda es que la ENVIDIA hace que te salgan enemigos por todas las esquinas. 

DIEGO CUMPLIÓ 60 Y EL MITO SIGUE

No me lo puedo creer. Todavía recuerdo como si fuera ayer cuando veía jugar a Maradona en el Camp Nou. Estos días, se han sucedido varios videos suyos en las redes sociales y la verdad es que sigo alucinando con las cosas que hacía. Tuve la gran fortuna de saludarlo en alguna ocasión y me pareció una persona sensible y cercana. Seguramente ser uno de los personajes más mediáticos del mundo hizo que no supiera gestionar bien con todo lo que le rodeaba, una pena, para mí siempre fue un fuera de serie dentro del campo

RAFA NADAL VUELVE A PARÍS

El rey de la tierra vuelve a su ciudad predilecta. Rafa Nadal ya se entrena en la pista cubierta de Bercy, un torneo del que todavía no ha sido capaz de salir victorioso. El torneo francés siempre llega a final de temporada con los jugadores muy castigados física y mentalmente, este año es un panorama muy distinto, han jugado poco y llegan con la máxima ilusión de seguir sumando partidos en su casillero. En el caso de Nadal, llega con la frescura de su reciente triunfo en Roland Garros, aunque al ser en tierra batida nada tiene que ver con lo que se encontrará esta semana en la pista rápida y con poco bote del precioso recinto parisino. Aún así, de Rafa ya no se puede descartar nada.