Bartomeu ejerce de Presidente de la Generalitat

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Bartomeu considera la operación Griezmann como clave para el futuro inmediato del Barça / sport

Joan Vehils

Joan Vehils

S emana grande la que ha vivido el presidente Bartomeu. El lunes fue la estrella en la reunión del comité de la UEFA celebrado en Nyon. En Europa al Barça se le respeta y Bartomeu cae bien. Allí cenó con el presidente del PSG, Nasser Al Khelaifi y comentó con Raúl Sanllehí, ahora en el Arsenal, el traspaso de Alexis Sánchez al Manchester United. Los de Mourinho han pagado 65 millones por un jugador que quedaba libre a final de temporada. O sea: Una locura.

El martes, Bartomeu, asistió a la fiesta de SPORT y fue recibido con los máximos honores. De hecho, desde que en Catalunya no hay gobierno, uno tiene la sensación de que la máxima autoridad catalana es Bartomeu. Es una impresión personal que sostengo desde que un presidente de la Generalitat me dijo: “A mí, al lado del presidente del Barça, no me conoce nadie”. Pues algo de razón tenía aunque es cierto que eran otros tiempos...

Pues eso, que el martes, todas las miradas, todas las cámaras y todos los abrazafarolas se dirigieron a Bartomeu en cuanto pisó el CaixaForum. Y el presidente del Barça, que si una cosa buena tiene es el trato humano, se sintió cómodo con unos y otros. Así que le vimos hablar amablemente con los premiados, Marc Márquez y Ona Carbonell, confesarse con el periodista de este diario, Albert Masnou y escaquearse de la prensa aunque de manera educada y sin perder su inseparable sonrisa. 

A todo eso, nos explicó, con orgullo, el pin que él y sus directivos lucen en la solapa. Se trata de un pin bañado en plata, con forma de botón y con el nombre de cada uno grabado en el reverso. No nos dijo si ya están preparando alguno nuevo para las tres vacantes que quedan en la directiva pero nos consta que lo tiene en mente... El elegante y preciado pin, que se hace desde la etapa del presidente Rosell, también lo lucía Jordi Cardoner, que asistió al acto junto a Silvio Elías, José Mari Bakero, Guillermo Amor y el CEO, Òscar Grau.

Por cierto, a Ona Carbonell la vimos cuchichear con nuestra colega Carme Barceló quien este año se pasea como una campeona por el plató del Chiringuito de Jugones. La temporada del Barça y el desastre del Madrid ha dejado sin argumentos a Pedrerol, Inda y Roncero ante una Barceló que está que se sale.

Pero la semana de Bartomeu no acabó aquí. Es más, fue ‘in crescendo’. El miércoles presidió la despedida de Mascherano junto a toda la plantilla. Una vez más, y ya van tres, magnífica salida de un crack del Barça. Tan magnífica la puesta en escena como el compromiso de Leo Messi. Para algunos pasó inadvertido y a otros les puede parecer una frivolidad pero Leo fue el único futbolista y técnico que se vistió a la altura del acto. Messi apareció con americana y corbata cuando lo más fácil era presentarse con camiseta y vaqueros. Un detalle. Quizá sí. Pero un detalle importante. Y el jueves llegó el derbi. Y en un palco sin políticos ni figuras relevantes dignas de sentarse al lado del presidente, Bartomeu volvió a ser el líder indiscutible. O sea, la máxima autoridad. En fin, que si todo sigue así: El Barça ganando y la política paralizada, Bartomeu lleva camino de convertirse en el personaje del año.

grau y mestre jugaron juntos...

En esta sección repetimos en muchas ocasiones que Barcelona es muy pequeña y que uno no da un paso sin encontrase a un amigo, conocido o famoso. Y eso es lo que les pasó a los dos últimos CEOS del Barça cuando Òscar Grau aterrizó en el club para ocupar el puesto de Nacho Mestre mientras este pasaba a dirigir la Fundación. Pues no era la primera vez que coincidían defendiendo un mismo proyecto. Hace unos años, muchos, ambos jugaron juntos en el mismo equipo de balonmano. Fue en el AES Sarrià. Con el tiempo, Grau llegó a ser uno de los mejores jugadores del mundo mientras Mestre lo dejó. Sin embargo, a día de hoy, el segundo parece estar más en forma que el primero... 

la casa de cruyff ya no es de los cruyff

Esta semana se ha vendido la casa en la que Johan Cruyff vivió buena parte de su vida en Barcelona. La vivienda, situado en la zona de la Bonanova, fue construida en 1936 y Cruyff residió en ella desde 1991. Por allí desfilaron buena parte de los jugadores del Dream Team y especialmente Pep Guardiola que era un visitante habitual desde su etapa como jugador hasta semanas antes del fallecimiento de Johan. Pues eso, que la empresa Luxury Font, gracias al buen trabajo y la discreción de su CEO, Salva Font ha logrado venderla a un empresario extranjero. A Font, que no es la primera vez que traspasa una casa de un personaje conocido, no hay manera de sacarle el precio final pero todo indica que la operación se cerró alrededor de 5 millones de euros. El nuevo propietario no es futbolero pero se enamoró de la casa con tan solo una visita.