Bartomeu duda sobre su posible sucesor

Bartomeu

Bartomeu / sport

Joan Vehils

Joan Vehils

El estresante día a día que ha vivido Bartomeu durante los últimos meses apenas le han permitido planificar el futuro más allá de la parte deportiva. Desde la dimisión de Mestre, la del director deportivo, las negociaciones con Puyol, la salida de Coutinho y, sobretodo, el culebrón Neymar han hecho que temas tan relevantes como el Espai Barça o el de su sucesión hayan quedado en un segundo plano. 

Durante el último almuerzo de Navidad con os medios de comunicación, el recién incorporado director del area de presidencia, Jaume Masferrer, me reconoció que el club ya iba tarde para preparar a un buen candidato. Masferrer que ya ha vivido unas cuantas campañas electorales sabe que las improvisaciones se pagan y que están al límite para designar a un sucesor.

Pues miren, a menos de dos años vista de las elecciones hay más dudas que nunca. Así lo ha reconocido el propio Bartomeu a sus íntimos este verano. Por méritos y experiencia, Jordi Cardoner es quien merecería convertirse en el delfín pero a día de hoy todo está en el aire. Hay  dudas... Quizá un directivo más joven, quizá un ejecutivo más preparado... 

Quizá cuando se desencalle el Caso Neymar empezarán a pensar en ello. De lo contrario, se lo pondrán muy fácil a sus rivales electorales. A no se que esta temporada conquisten el triplete.

VÍCTOR FONT VISITA CADAQUÉS

Mientras en Can Barça viven pegados al teléfono, el precandidato, Víctor Font sigue  a la suya. Esta semana ha estado en Cadaqués. La visita se repite cada verano porque allí tiene a dos buenos amigos de Granollers. Su ciudad natal y lugar de residencia desde que regresó definitivamente de Dubai el pasado mes de junio. Pues eso, que este martes, Font pasó la tarde con el empresario y excompañero de clase, Jordi Barceló, quien no irá en su candidatura pero que siempre tiene un buen consejo a punto. A la tertulia, se apuntó el prestigioso doctor Bonaventura Clotet.

Más tarde, cenó con el arquitecto, David Lorente, que este quizá sí le acompañe en su aventura culé. Cenaron, claro está, en Can Rafa, restaurante de visita obligada para los amantes de la buena comida. Allí hablaron largo y tendido con Rafa Martín, el propietario del local y reconocido restaurador. Martín es uno de esos culés que puede aportar mucho al Barça.

Luego, claro está, le vimos en el mítico bar Boia de Pere Vehí y que por la noche gestiona con éxito, y a modo de coctelería, Manel Vehí. Por cierto, que por cuestión de minutos, casi se cruza con Gabriel Rufian. Ya saben, el político de ERC que le encanta presumir de ser del Espanyol y que también ha visitado esta semana Cadaqués.

En lo poco que pude departir con Font aprecié que sigue con las ideas muy claras respecto al Barça que les gustaría construir y que tiene su discurso muy trabajado y estudiado; asegura que no le temblará el pulso si un día es presidente y me explica que ya cuenta con un buen número de socios dispuestos a ser directivos y a avalar. Sí, sí, a avalar los casi 150 millones de euros que debe aportar cualquier presidenciable que no pertenezca a la actual junta.

A priori, parece tenerlo todo controlado pero una cosa es tener en mente lo que quieres hacer y otra muy distinta es ponerlo en práctica. A todo eso, hay que ganar una elecciones en las que no siempre gana el favorito y en las que no podemos olvidar que la pelota siempre juega un factor decisivo...

En fin, que ilusión no le falta pero tendrá que prepararse y curtirse a fondo para lo que le viene encima. Como le dijo Pilar Rahola, que también andaba por allí: ‘Cuando te empiecen a considerar un rival serio, intentarán matarte’. Pues eso...

CARLOS PÉREZ DE ROZAS

He leído fantásticos y sentidos artículos  de periodistas y amigos dedicados a Carlos Pérez de Rozas. Y no seré yo quien intente superar a Tapia, Bosch, De Carreras o a Emilio. Claro que no. Sin embargo, desde este página también quiero rendirle un pequeño homenaje al que fue mi profesor de compaginación en la Facultad de periodismo en Bellaterra. Solo un apunte. En 1986 decidí irme a la mili con mi compañero de clase, Javier Sadaba. Nos queríamos quitar de encima el Servicio Militar y a la vez sacarnos el curso. Los militares nos dieron algún que otro permiso pero no pudimos ir al examen de compaginación. Hablamos, no sé como, con Carlos y nos dijo que fuéramos a hacerlo a su casa cuando nos dieran permiso. Y así fue. Así nos sacamos la asignatura de compaginación. En su apartamento del barrio de Gracia. Un tipo grande y diferente que se hacía querer y que, sin duda, fue mi mejor profesor. Tantas veces habíamos hablado de aquel examen realizado en la mesa de su comedor. Un abrazo allí donde estés y un beso para ti, Emilio.