Bartomeu dice 'no' a 100 millones por Ansu Fati

Las imágenes del intocable Ansu Fati

Las imágenes del intocable Ansu Fati / Foto: Valentí Enrich

Joan Vehils

Joan Vehils

Hubo reunión. Virtual, claro. Fue el jueves de esta semana. Por la tarde. Y allí estaban los responsables del área deportiva, el CEO, el presidente y algunos directivos. Bastantes. Bueno, ahora solo son 13. Pues eso, que había unas quince personas en una misma pantalla.

Y se explicó la situación actual de posibles fichajes, altas, bajas, etc. Y, de repente, se comentó, con ánimo de informar, que un club importante estaba dispuesto a poner más de 100 millones de euros para fichar a Ansu Fati. Y Bartomeu, que ya lleva mucho tiempo en este negociado, viendo las caras de la mayoría de sus colegas y antes de que empezaran a soltar sus pensamientos y con el fin de evitar malas interpretaciones, cortó por lo sano y de manera contundente: ‘‘Ansu Fati no está en venta. No se hable más’’. Y no se habló más de Fati. Eso sí, se comentó que el mercado está muy parado con el regreso de la competición pero hay ofertas por algunos jugadores.

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A todo esto, y como hay cierta inquietud por parte de algunos miembros de la junta directiva para saber cómo se cuadrarán las cuentas, es normal que los responsables deportivos estén en el punto de mira. Entre otras cosas, porque este año había prevista una partida de ingresos ordinarios por la venta de jugadores que se elevaba a 124 millones de euros. Por suerte, Abidal y Planes ya hicieron parte de su trabajo con la venta de Malcom y Carles Pérez o las cesiones de Coutinho, Todibo y Aleñà, entre otros. No obstante, a día de hoy, todavía faltan por ingresar 69 millones en ventas para cumplir el presupuesto. Una cifra que parecía más que asumible antes del covid-19 y que ahora se está complicando. De cualquier manera, hay que saber vender pero también acertar en los fichajes. El club ya no puede permitirse otro fracaso como el de Coutinho o Dembélé.

¿VENDER O NO VENDER?

Al margen de las complicaciones de esta temporada, el Barça nunca ha sido un club vendedor. Es verdad que hay algunas contadas excepciones pero aquí, en este club, desprenderse de determinados jugadores parece un sacrilegio. Se imaginan que llega una oferta millonaria por un futbolista veterano, pero tan imprescindible hasta ahora como Busquets, o por un joven canterano y carismático como Riqui Puig... ¿Qué harían ustedes? Unos a favor y otros en contra. Como todo lo que rodea al Barça. 

Por suerte, con Fati, el presidente lo ha tenido claro. Un debate menos.

CUADRAR PRESUPUESTOS

El CEO del FCBarcelona, Òscar Grau, se las prometía felices a finales del mes de febrero. O sea, hace solo tres meses. Las primeras extrapolaciones de cierre del presupuesto de la actual temporada le daban un superávit de entre 20 y 30 millones. Así pues, el Barça podía llegar a ingresar la cifra de 1.077 millones. Algo nunca visto en ningún club deportivo del mundo. Es verdad que el beneficio final del club es muy bajo a causa de los elevados gastos, la mayoría por la elevada masa salarial, pero el resultado final, sin coronavirus de por medio, le hubiera permitido sacar pecho a la vez que Bartomeu y su junta directiva podían afrontar su última temporada con la tranquilidad de no pensar demasiado en un posible susto final. A día de hoy, desde que Bartomeu alcanzó la presidencia lleva un acumulado de unos 200 millones de beneficio. En definitiva que, sin el covid-19, tenían un colchón suficientemente amplio para no sufrir.

Sin embargo, la aparición del maldito virus tiró por el suelo cualquier tipo de previsiones y ciertos ingresos de ticketing, tiendas o bonus de la Champions desaparecieron de un día para otro. Tanto es así que el club ya ha cifrado que dejarán de ingresar unos 150 millones menos de lo previsto y ahora hay que revisarlo todo para poder cerrar la temporada con dignidad.

UN APUNTE SOBRE LA AUDITORÍA

Se esperaba desde el club tener este viernes el primer borrador de la auditoría y nada de nada. Será la semana que viene... Pues eso, que tres meses después seguimos igual. Esperando el resultado final para poder tomar acciones. Mientras, algunos siguen bajo sospecha y otros, en casa, esperando...