Bartomeu se defiende como Cruyff

Josep Maria Bartomeu ha debido emprender un ERTE en el FC Barcelona

Josep Maria Bartomeu ha debido emprender un ERTE en el FC Barcelona / EFE

Lluís Mascaró

Bartomeu se ha equivocado en muchas cosas durante sus seis años como presidente del Barça. Ha cometido innumerables errores. Algunos históricos. Pero, seguramente, el más difícil de entender es su equivocación en la elección de su delfín. Bartomeu escogió a Emili Rosaud como candidato continuista para el 2021, pero el vicepresidente quiso tomar el mando del club antes de lo previsto.

La preparación del golpe de estado contra Bartomeu que ha ido gestando Rosaud a lo largo de los últimos meses ha sido tan chapucera que el presidente se ha dado cuenta mucho antes de que la rebelión le estallara en la cara. Y ha decidido, curiosamente, aplicar la máxima de Cruyff: la mejor defensa es un buen ataque. Ha tomado las riendas de la situación y le ha ‘cortado’ la cabeza a Rosaud antes de que Rosaud pudiera clavarle el puñal por la espalda.

Todo en sentido figurado. O no... Porque la guerra civil en la junta del Barça no es nueva de ahora. El  modeo presidencialista instaurado por Bartomeu no gusta a los otros directivos, que se sienten como simples monigotes con voto pero sin voz.

Este nuevo salto mortal sin red de Bartomeu (ya lleva unos cuantos desde que tomó el poder absoluto) le permitirá seguir en el cargo hasta las elecciones del 2021. Que se antoja, por ahora, como su único objetivo. Acabar el mandato como sea. A pesar de las críticas internas y externas sobre su pésima gestión deportiva, económica e institucional. Bartomeu se ha apuntado al famoso ‘Resistiré’ (que tanto suena en estos tristes días de la pandemia) y lo ha adoptado como su himno personal. Resistir hasta el final. Caiga quien caiga. Pero yo me pregunto, ¿para qué?...