Bartomeu se crece en el inicio de su cuenta atrás

Vilaseca conversa conJosep Maria Bartomeu en el Palau de Pedralbes

Vilaseca conversa conJosep Maria Bartomeu en el Palau de Pedralbes / Javi Ferrándiz

Joan Vehils

Joan Vehils

La tradicional comida de Navidad en Can Barça sirve básicamente para reencontrarse con viejos colegas de profesión. Así, uno pudo saludar, entre otros, a mi admirado Rafa Arias, que está igual o mejor que en su época más gloriosa en TVE, al radiofónico Pedro García que parece más joven que cuando se retiró, a Pepe Gutiérrez, impecable como siempre, a Quique Guasch, con buen color, claro, o a Pere Escobar que no calla nunca y a Miguel Rico al que no se le pasa ni una.

En fin, que noticias pocas, pero emociones muchas. Digo pocas noticias porque el presidente Bartomeu, al margen de felicitarnos las fiestas, no anunció nada. Lo cierto es que desde tiempos del presidente Núñez, al que siempre se le escapaba algún que otro fichaje en su discurso navideño para intentar evitar posibles boicots, el almuerzo de Navidad es solo eso: un almuerzo. Y este año, por cierto, ha sido un éxito, cuanto menos, de convocatoria. Más de 250 periodistas nos reunimos en el Auditorio.

Es verdad que Bartomeu no necesita dar noticias ni airear cortinas de humo porque vive uno de sus mejores momentos desde que accedió a la presidencia de la entidad. Al menos, él así lo interpreta y así lo expresó en su discurso. Destacó el doblete y las Copas del Rey, la tranquilidad social del momento y las buenas perspectivas económicas. O sea, aparentemente, una balsa de aceite. Además, avisó que los dos años que aún le quedan para ejercer de presidente, todavía serán mejores.

Los directivos y su futuro

Detrás suyo, mientras se dirigía a los periodistas, estaban, no todos vestidos para la ocasión, la mayor parte de sus directivos. No asistió Jordi Mestre, por temas profesionales, y que tal y como anunciamos se irá con Bartomeu al término del mandato. Y no se lo perdió el vicepresidente Jordi Moix, que lucía un lazo, azul y grana por un lado y con la senyera por el otro, en la solapa de su americana reivindicando la libertad del expresidente Sandro Rosell. Un detalle, sin duda, que le honra.

También estaban los tres directivos que se perfilan como posibles candidatos continuistas. Me refiero a Cardoner, que parte con ventaja en esta cuenta atrás y lo sabe, la directiva, María Teixidor, que podría jugar el factor de ser la primera mujer presidente, y Xavier Vilajoana, el llamado a encabezar la revolución de los jóvenes. Hay que decir que ninguno quiera hablar en público sobre el delicado tema. Argumentan que es demasiado pronto aunque todos saben que no es así. Y quien mejor lo sabe es el también presente Jaume Masferrer. Masferrer, que no es directivo pero manda más que la mayoría de ellos, y que consta como director del Área de Presidencia, es el hombre fuerte de Bartomeu.

Prepara los discursos del presidente, controla quién y a qué actos van cada uno de los directivos, quién debe hablar y quién debe callar, a quién se invita al palco y a quién no... En fin, que todo, absolutamente todo, pasa por él. Eso sí, ahora que está con cargo en el club y no como asesor externo, ya empieza a percibir que todo parece más fácil desde fuera que desde dentro. Por cierto, que Masferrer sí que piensa, y mucho, en la sucesión. Sabe de eso porque en su día ya preparó la larga precampaña que llevó a Sandro Rosell a la presidencia y no esconde que queda menos de lo que parece para preparar a un buen candidato.

A todo eso, desde que saben que Tatxo Benet estudia presentarse se ha desatado un cierto nerviosismo. Es más, nos consta y pudimos escuchar en alguno de los corrillos, con presencia de algún directivo, que Benet les preocupa más que Font. Pues eso.

Nuevos y veteranos ejecutivos

La comida de Navidad también sirve para saludar en persona a aquellos ejecutivos con los que uno solo suele hablar por teléfono. Así, siempre es un placer abrazarse a Toni Ruiz o José Manuel Lázaro. ¡Qué sería el club sin ellos dos!  Por el contrario, destacó la ausencia de Guillem Graells que pasó de ser el hombre fuerte en comunicación a desaparecer en este tipo de eventos.

Por contra, quien debutó fue Anna Sagués, la nueva jefa de protocolo del FC Barcelona que entró en lugar del gran Pere Lluch. Sagués, que tiene mucha experiencia en protocolo y relaciones públicas, me confiesa que en una semana ya las ha visto de todos los colores. Pues no sabe la que le viene encima.. Para empezar, no conoce a ningún periodista deportivo. Feliz Navidad.