Barreras insuperables que no lo son

Recientemente conocí de la existencia de un club de fútbol inglés, el Lewes FC, que es el único del mundo profesional o semiprofesional que tiene un presupuesto igual para el equipo femenino que para el masculino y por tanto sus integrantes cobran lo mismo. En Alemania, Bibiana Steinhau, es árbitro consagrada de la Bundesliga. Son ejemplos todavía aislados del mundo del fútbol en cuanto a la igualdad de género. 

En días como hoy me vienen a la cabeza episodios vividos como profesional de la comunicación. Anécdotas que no son otra cosa que síntomas de lo lejos que estamos de conseguir la equidad, más si cabe en el entorno del deporte rey. A Javier Clemente no le gustó una pregunta que le planteé en la sala de prensa. “Tú eres muy guapa pero no lo has visto bien”.

No se le hubiera ocurrido dedicar un ‘chiste’ así a un hombre. Tampoco habría reaccionado como lo hizo Siro López el día en el que enzarzado en una discusión con Jose Joaquín Brotons intenté proseguir con el programa. “El que dirige el programa soy yo”, sentenció. Remarcando un rol de superioridad. Hace unas semanas asistió al programa que presentó el entrenador Pepe Mel.

En los instantes previos al inicio del mismo y viendo la pasión con la que yo comentaba la jornada  afirmó “ya veo que te gusta el fútbol”. Mi sorpresa fue mayor incluso que la suya. 

Como mujer feminista que soy creo que debemos seguir molestando. Es nuestra obligación seguir superando barreras, incluso aquellas que parecen insuperables en este país. Mujeres arbitrando a hombres, mujeres narrando partidos de fútbol. ¿Se lo imaginan? hagamos que sea una realidad.