Barcelona tiene que vencer su propia incertidumbre

El Barça sigue liderando los rankings de equipos con mayor posesión

El Barça sigue liderando los rankings de equipos con mayor posesión / EFE

César L. Menotti

César L. Menotti

Es difícil organizar la alegría de lo que representa el fútbol estos días de pandemia. Aunque se trate de la Champions y la emotividad que representa para todos los que am amos este deporte. El fútbol lo hemos dicho ya en varias oportunidades, se sostiene en la relación de los jugadores con la pelota y el publico. Barcelona Napoles será un partido apasionante, pero la ausencia de público en el Camp Nou nos invadirá de recuerdos a los memoriosos de una partido con dos equipos que se han enfrentado ya muchas veces.

Este partido puede definir un montón de cosas en Barcelona y pondrá en marcha un montón de decisiones que están ligadas la futuro. Siempre ocurre lo mismo. Se puede ganar o perder un `partido de esta magnitud en esta instancias. Incluso jugando bien se puede perder. El problema mayor en el equipo blaugrana es al incertidumbre de que lleva tiempo ya caminando sobre el andarivel y balanceándose hacia el precipicio. Aún ganando muchos de los partidos de esta temporada no ha conseguido hasta el momento reforzar su idea de juego. Aunque les pese a muchos, la historia de éxitos del equipo culé se sostiene en los pilares de un fútbol ligado a una historia de éxito construida por Pep Guardiola. Todo lo que se distancia de ese sello de identidad lleva la complejidad de un equipo que no se reconoce en las formas consigo mismo.

Barcelona tiene una historia y un peso en Champions. También una plantilla que es de las mejores del mundo. ¿Alcanza con ello para ganarle al Napoles? Desde ya que no. Confío en que Quique Setien con sus jugadores descansados después de unas breves vacaciones y más liberados de otros compromisos encuente el equipo para afrontar de la mejor manera el partido. Lamento la ausencia de Busquets, un jugador muy importante, más que la del rendido Arturo Vidal. Pero poco me dicen los sistemas con los que especula la prensa acerca del equipo que pondrá para enfrentar a los de Gennaro Gatuso.

Esto no se trata ni de si el sistema elegido será el 4-3-3 ni el 3-5-2 porque lo primero hay que pensar como el equipo debe defender, segundo como recuperar la pelota, tercero como generar futbol y cuarto la definición. En esas cuatro etapas del juego se definen los nombres que tendrán en su conjunto la incidencia fundamental en como el equipo va a afrontar el partido. Se trata incluso de defender con 10 y atacar con 8 en un terreno de siete mil metros en los cuales no se pueden reducir todos los espacios porque ningún jugador puede cubrir setecientos metros . Cuando la prensa debate sistemas de juego lo primero que se me viene a la cabeza es el Brasil del 70 que no tenia volantes defensivos y aun así fue campeón del mundo. Quiero decir que no se trata de si Setien defiende con tres o cuatro defensores. A mi no me preocupa demasiado. Quiero ver al equipo parado en la cancha y que cada uno de los jugadores elegidos sea lo mejor para el funcionamiento colectivo. Y eso solo lo puede determinar el entrenador en los entrenamientos.

El Barcelona debe reencontrarse consigo mismo. Tiene que definir una idea clara de juego, un patrón que lo haga reconocible con el estilo que pregonó su historia. Las obligaciones se acrecientan en el Champions. Pero no será lo mismo para las pretensiones competitivas del equipo de Setien si erra diez goles y gana uno a cero, que si lo hace con la contundencia de un equipo que muestra ya en este partido que quiere ser campeón. Ya no hay tiempo, y Quique no puede equivocarse ni en la formación ni en la idea de juego. Bienvenido será un resultado positivo. Pero cualquiera sea ese resultado hay mucho trabajo en el futuro para recomponer si el equipo blaugrana quiere seguir sosteniendo su historia de éxitos. Hay errores que no se pueden volver a cometer. Por eso quiero confiar.

Estas instancias de Champions son importantísimas. Los jugadores saben también todo lo que se juegan. Desconozco como se ha reorganizado el regreso de la ovaciones y el trabajo. Pero no hay más justificativos: salir, jugar bien y ganar. Ahora incluso si el equipo gana y no juega bien, la situación será compleja también. El mundo del periodismo teatraliza demasiado y sabemos quienes pertenecemos al mundo del futbol que se está trabajando en situaciones completamente anormales. Jugar en los grandes escenarios sin público. Mantener la distancia social en el vestuario, que es como tu casa, cuando la alegría de encontrarte con los compañeros es una alegría a medias. Nadie debe ser indiferente a todo lo que sucede en la cabeza de los jugadores y de los cuerpos técnicos en estas condiciones anómalas que gravitan desde ya en la practica del fútbol. Es difícil organizar la tristeza que se vive.

Pero ojalá veamos muy buenos partidos de Champions y el Barcelona vuelva a ser protagonista en la competición mostrando su mejor versión frente al Napoles. Manchester City vs Real Madrid, la llave está abierta El Manchester City juega mejor, tiene un estilo definido, y sus grandes figuras atraviesan un gran momento. Parece incluso haber suplido la ausencia del Kun Aguero con la fortaleza de su juego colectivo lleno de variantes y matices siempre sorprendentes para cualquier adversario. Pero enfrente está el Real Madrid , un equipo experto en Champions y liberado de obligaciones. Sin nada que perder, y con todo para ganar. Me parece que es un partido complicado aunque los de Pep lleven cierta ventaja. Aún así no lo veo al entrenador manejando una idea conservadora pero si siendo bastante inteligente para ocupar bienios espacios, cortar y recuperar en campo contrario y contragolpe como lo hizo frente a Liverppol. Pero es un partido que hay que jugarlo. Tienen además a Kevin de Bruyne quien para mi es después de Messi el mejor jugador de la actualidad. Pero el Madrid es el Madrid. Cuidado.