El que avisa no es traidor

Joan Laporta, presidente del Barça, durante una rueda de prensa

Joan Laporta, presidente del Barça, durante una rueda de prensa / Javi Ferrándiz

Rubén Uría

Rubén Uría

Inmerso en una crisis económica galopante, el Barça busca dinero debajo de las piedras. Tiene un límite de coste salarial negativo de -144 millones de euros, está excedido en su “fair play” y tiene que aplicarse la regla “4 por 1” (por cada 4 millones que logre ahorrar, sólo puede gastar 1 millón en fichajes).

Un escenario terrible. Sin embargo, con el mercado cerrado y durante el mes de abril, en los medios de comunicación han aparecido los siguientes "fichajes" del FC Barcelona: Lewandowski, Haaland, Di María, Christensen, Rüdiger, Azpilicueta, Lukaku, Grimaldo, Darwin, Joao Félix, Javi Galán, Kessié, Lautaro, Brozovic, Sülle, Rapinha, Boyé, Morata, Swedberg,  Neves, Lucas, Lisandro, Salah, Rashford, Gabriel Jesús, Soler, Gayà, Wirtz, De Light, Isak, Werner, Nkunku, Simmons, Angeliño, Koulibaly, Tagliafico, Sterling, Olmo, Bensebaini, Antony ,Gabriel, Mazraoui, Dybala, Meunier, Adeyemi, Cavani y Marcos Alonso. Más gente que en el camarote de los hermanos Marx. El periodismo seguirá engordando la lista, el humo seguirá intoxicando al personal y el socio seguirá pensando que insultan su inteligencia.A alguien se le está escapando la tortuga con todo esto. Y no solo al periodismo.

Los “fichajes” reflejan el lado más soleado de la realidad. Uno que entretiene al socio, que le genera (falsas) expectativas y que le estimula en un año de plomo, infumable, trufado de una alarmante mediocridad. Al otro lado de la ventanilla asoma una verdad bastante más incómoda. Una sobre la que nadie quiere leer y mucho menos, escribir. Las ventas. Y como a uno le pagan por escribir lo que pasa y no por apasionarse, aquí hay que ser claros. Más allá de Pedri, Ferran, Araujo y un par de nombres más, el Barça tendrá obligación de escuchar las ofertas que lleguen este verano. Todas. Sin distinción.

El club tiene más agujeros que el ‘Prestige’, necesita dinero y están por llegar ventas obligadas, bajas traumáticas, medidas impopulares y traspasos inesperados. Los números rojos estrangulan el día a día del Barça. El club intenta ahorrar masa salarial, reducir gastos y multiplicar ingresos, pero incluso logrando el triple salto mortal con tirabuzón que planea el club (firmar con ‘CVC’, vender el 49% de ‘Barça Studios’ y ‘BLM’), nadie puede negar que, este verano, habrá que ‘sacar’ jugadores. Muchos. Unas ventas están cantadas. Otras serán inesperadas, pero necesarias. No hay intocables, ni intransferibles. Nadie es imprescindible. Habrá que vender jugadores. Y aunque “no venda” decirlo, aunque el personal quiera seguir viviendo en ‘Narnia’ soñando con tropecientos “fichajes” de cartón piedra, la realidad no se puede esconder. Habrá que vender. El que avisa no es traidor. 

SER SEGUNDO

Ser segundo es una prioridad para el Barça. Por prestigio. Y por supuesto, por dinero. Ser subcampeón significa ingresar 52 millones por el reparto de TV (se cobraría en los próximos cinco años), garantizarse plaza Champions (mínimo 60-70 "kilos"), ingresar un mayor porcentaje del “market-pool” y cobrar 8 “kilos” por la Supercopa de España. 

LA MERITOCRACIA SE LLAMA JUTGLÀ

Poco ruido, muchas nueces. Ferran Jutglà ha liderado el “comeback” del Barça B, tiene una actitud encomiable sobre el césped y está facturando goles de todos los colores. Si el Barça quiere hacer de la meritocracia su bandera, que empiece por brindarle a este chaval la oportunidad que merece. La de trabajar este verano con el primer equipo.