El Barça se abona al sufrimiento en Europa

Los jugadores del Barça celebrando el triunfo en Estambul

Los jugadores del Barça celebrando el triunfo en Estambul / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

VICTORIA TRABAJADA. Impactante la manera como los jugadores del Barça celebraron su agónico triunfo ante el Fenerbahce. Una alegría desbocada. Supongo que ganar en la pista turca siempre es excitante, pero creo que las sonrisas y gritos de los blaugranas más tenían que ver con el esfuerzo y sufrimiento que les supuso la victoria. En todo caso, los de Saras se han acostumbrado a ganar al límite, con prórrogas incluidas. El duelo ante el Fenerbahce fue duro, trabado, poco vistoso y sólo apto para jugadores preparados para todo. Mirotic dijo al final del encuentro que no se había encontrado cómodo jugando, pero anotó la canasta decisiva. Esta incomodidad fue una constante en el Barça. Salió descentrado, y se encontró a un Fenerbahce muy agresivo, con un Vesely estelar y un Guduric muy acertado. Pero el equipo turco tampoco está, en estos momentos, para demasiadas alegrías. Su referente más destacado, De Colo, anduvo flojo y no fue el líder que necesitan sus compañeros. El Barça jugó a rachas, no dominó el ritmo, pero siempre encontró a hombres como Davies, Calathes o Higgins que mantenían al rival a raya. Saras jugó durante bastantes minutos sin un cinco puro, y apostó por plantear un equipo “bajo” con un juego interior con dos cuatros. No estuvo acertado Sanli y, por tanto, tuvo poco protagonismo. Un problema.

EL BARÇA YA ES LÍDER EN SOLITARIO. No está mal. Seis de seis. Perdió el Milán ante el Bayern y ahora los blaugranas dominan la clasificación en la Euroliga. Una buena dosis de confianza para unos jugadores que tienen como objetivo prioritario llevarse el título y, también, supone un colchón de victorias que siempre viene bien con un calendario tan exigente. Sin ir más lejos, mañana volverán al trabajo en Tel Aviv. Una semanita de traca que implica un desgaste extremo para el equipo. Veremos cómo juega el Barça contra el Maccabi. Hay mucha tensión acumulada, cansancio, y puede que hasta un cierto relajo tras encadenar victorias en los últimos partidos. Una nueva prueba. Creo que no le será fácil a Saras lograr que los suyos mantengan, en estas condiciones, la máxima concentración. Puede que haya más rotaciones de las habituales ante el Maccabi, aunque, si tenemos en cuenta el prestigio del rival, tampoco me extrañaría que Jasikevicius “exprimiera” un poco más a sus piezas fundamentales. El técnico blaugrana es muy competitivo y no querrá que esta racha exitosa se trunque en la pista de uno de los grandes de la Euroliga.