El Barça vuelve a dejar en evidencia a Florentino

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid / EFE

Ernest Folch

El Barça sin Messi trituró al Madrid de Lopetegui, que entregó su cabeza en el altar del Camp Nou, sin resistencia y sin ninguna grandeza. No se recordaba un repaso semejante desde aquel 5 a 0 que el Barça de Guardiola le endosó al Madrid de Mourinho hace ochos años exactos, y las consecuencias de esta otra brutal humillación prometen ser igual de devastadoras.

Ayer quedó muy claro que hay ahora mismo un abismo entre el Barça y el Madrid, pero de todos los abismos que los separan el más inmenso es sin duda el del gol. Nada personificó mejor esta distancia que el recital de Luis Suárez,  que culminó con un ‘hat-trick’ su mejor actuación con la camiseta blaugrana, un recital que contrasta con el agujero negro del Madrid, devorado por la ausencia de Cristiano y sumido en un vacío existencial sin precedentes.

Sin gol, el equipo blanco se ha convertido en un equipo en tierra de nadie, que no sabe si quiere intentar ser el equipo vertical que ya no es o pretende imitar el tiqui-taca, en un ejercicio contracultural imposible en un club que en la Liga lleva una década perdido, a la merced del delicioso rondo blaugrana. Porque ayer el Barça no solo fue infinitamente superior en el gol. Lo fue también en el juego, que se materializó en una primera parte colosal, que fue sin duda el mejor ejercicio coral de toda la era Valverde.

Hubo una reacción blanca meritoria, donde hasta pudo empatar el partido, pero al Barça le bastó recuperar la pelota para asestar el golpe fatal al Madrid. Y es que volvió a aflorar con todo su esplendor que el Barça, con más o menos variantes, con más o menos éxito, siempre tiene un plan, siempre juega a lo mismo. Curiosamente, el famoso ADN blaugrana se personifica ahora mismo en un foráneo como Arthur, que ayer se consagró en una cita global, y tiene su extensión en jugadores como Sergi Roberto, con otra actuación formidable en un clásico, Jordi Alba, desatado y dejando en evidencia a Luis Enrique, el eterno Sergi Busquets o un sólido y concentrado Piqué.

En contraste, el Madrid sigue dando tumbos, y lleva ya una década sin ser ni fiable ni reconocible, algo que no le impide ganar Champions gracias a su brutal pegada, pero que no le alcanza para un torneo en el que es necesario ser regular y tener un proyecto construido sobre alguna idea. El denominador común del desastre blanco en la Liga es Florentino, que destituirá a Lopetegui, pero que en realidad es el gran culpable. En la última década tiene el ‘mérito’ de haber perdido contra el Barça 2 a 6 (2009), 0 a 4 (2015) y 0 a 3 (2015) en el Bernabeu y 5 a 0 (2010) y 5 a 1 y sin Messi (2018) en el Camp Nou. Una vez más, el Barça volvió a dejar en evidencia a Florentino.