El Barça vuelve al cobijo del Camp Nou

Esta temporada el Barça tiene dos caras, una lejos de casa en la que el equipo tiene apagones que le convierten en un equipo irreconocible, y si nos recuerda algo huele a Anfield y a Roma y eso es de mal recuerdo y otra muy distinta en el Camp Nou.

El calendario ha colocado el cuarto partido de la fase de grupos ante el Slavia en el Camp Nou, por lo que en teoría toca ver la otra cara del equipo, esa en la que el equipo domina los partidos, controla la posesión y deja buen sabor de boca.

Claro que apetece volver a ver esta cara del equipo y llevarnos otra alegría en forma de goleada, pero un partido así tiene que servir para reencontrarse y entender que el juego que despliega el Barça esta temporada no puede ser tan ciclotímico.

El Barça tiene que encontrar la manera de que no le afecte tanto jugar fuera de casa y la mejor manera es saltando al terreno de juego con intensidad máxima y demostrando que las ganas de este equipo están intactas y que el problema no es de actitud. El partido de hoy será una oportunidad para demostrar que los bajones de brazos que le hemos visto al equipo solo han sido fruto de malos momentos circunstanciales y no es nada endémico.

Los de Valverde tienen la oportunidad, refugiados en el Camp Nou, de encarrilar el pase a octavos de final de la Champions y confirmar que el arranque dubitativo de la temporada solo ha sido un pequeño borrón pero que la competición continental sigue estando en lo más alto de sus aspiraciones.