El Barça es único y Google no lo sabe

Si hacen el ejercicio de empezar a escribir en Google “cuántas Champions...” y el propio Google, que sabe lo que ustedes piensan, les recita el final de la frase con “...tiene el Barcelona” es que han realizado bien la búsqueda. El primer resultado les ofrece un texto corto en el que se destalla que el Barça tiene cinco Champions, que la primera fue en 1992 y aún se llamaba Copa de Europa (si el Madrid cuenta un total de trece Champions cuando el torneo de la galleta no era ni el embrión de la actual competición, el Barça también puede hacerlo) y que la última fue en 2015 y se ganó en Berlín.

Pues bien, Google les miente. Para ser justos, no es que les mienta, sino que no tiene ni idea de cuántas Champions tiene el Barça porque nadie se ha molestado en explicar a Google la realidad polideportiva de un club único al que el mundo solo conoce por su primer equipo de fútbol. El primer equipo de fútbol masculino, se entiende.

La culpa, obviamente, no es de Google, un robot cuya inteligencia artificial tiene sus limitaciones. La culpa es de un club que presume de ser polideportivo, pero que parcela la forma en la que vende el producto. Y aquí no hay ismos ni divisiones: todos y cada uno de los diferentes presidentes que han pasado por la entidad han sacado pecho de los títulos que, muchas veces, uno tras otro, ganaban las secciones de hockey patines, balonmano, baloncesto o fútbol sala. Y, sin embargo, nadie ha llegado a la conclusión de que dividir es minimizar la realidad de un club cuya singularidad el mundo no conoce. ¿Por qué hay que quedarse con cinco si los títulos de la máxima competición continental se han ganado con los mismos colores y el mismo escudo? La falsa modestia no es un argumento.

Que el Barça no presuma de sus 43 éxitos europeos (y aquí solo hablamos de la primera división europea) es una anomalía histórica que debe ser resuelta cuanto antes. El Barça no solo es polideportivo, sino que cree que serlo es la mejor manera de seguir siendo. Ahí están las dos Euroligas de baloncesto (2), las Copas de Europa del fútbol sala (3), las Ligas Europeas del hockey patines (22), las Copas de Europa del balonmano (10) y, por supuesto, la primera del fútbol femenino, que es la última que lleva inscrito en su trofeo el nombre del Futbol Club Barcelona. El Barça fue capaz de llenar el Camp Nou para el clásico femenino en una demostración de barcelonismo nunca vista que traspasó fronteras. ¿Hay que seguir valorando menos los trofeos continentales de las secciones o del fútbol femenino que las del primer equipo de fútbol? Para silenciar la gloria barcelonista ya están otros y el propio club debería presumir sin matices de su realidad única y especial.