El Barça toca fondo en Mestalla

Piqué no estuvo a su mejor nivel

Piqué no estuvo a su mejor nivel / sport

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Este Barça sigue en una peligrosa involución que deja al proyecto en una situación muy delicada. Los síntomas venían de lejos y el club decidió, como remedio, echar a un entrenador que parecía estar superado por los acontecimientos. Llegó Setién como efecto revulsivo a una plantilla dormida, pero el recambio se llevó un mazazo de imprevisibles consecuencias en Mestalla. Porque el Barça sigue en caída libre a pesar de que Setién ha intentado remover alguna cosa. La derrota en Valencia llegó porque los blaugrana se durmieron con el balón durante una hora y porque adelante solo existe Messi. Y los milagros del argentino no sucederán eternamente.

Razones para la irregularidad de este equipo hay muchas. Llevan una temporada con un juego plano que ya no marca las diferencias ni en la Liga española. Porque los registros a domicilio del Barça son un regalo y una invitación para que el Madrid -que tampoco va sobrado- se pueda llevar el campeonato por incomparecencia del eterno rival. No basta con un cambio de entrenador, ni con utilizar a todos los peloteros en el centro del campo. Porque el Barça tiene un problema de intensidad y de verticalidad de cara a la portería. El primer disparo entre los tres palos llegó pasada la media hora, algo que sucedió también en la Copa ante el Ibiza. Mal asunto.

La única esperanza es que la crisis llega en un momento en el que aún los tropiezos no son totalmente decisivos. Es indudable que el Barça deberá sufrir si quiere ganar algún torneo importante, pero esta plantilla necesita algo más. Es increíble que no haya un solo delantero centro puro tras la lesión de Luis Suárez. Están obligados a fichar y que la jugada les salga algo mejor que Griezmann. Porque el francés necesita dar ya un paso al frente y tampoco estaría mal recuperar la mejor versión de Dembélé. Con esto, igual, se entonan. Han tocado fondo y peor seguro que no lo harán.