Barça, entre la tijera y la máquina registradora

Joan Laporta afronta tres retos clave para el futuro del FC Barcelona en 2022

Joan Laporta afronta tres retos clave para el futuro del FC Barcelona en 2022 / FCB

Marc Menchén

Marc Menchén

El FC Barcelona inicia el nuevo año como arrancó la temporada, con el foco puesto en dar altas y bajas que aligeren la masa salarial, eleven sobre el papel la competitividad de la plantilla. Donde unos ven cortoplacismo para asegurar la clasificación para la Champions League, otros vemos la necesidad a medio-largo plazo de establecer una nueva escalera de nóminas y recortar una masa salarial que en cinco años pasó de 407,5 millones a 596,7 millones de euros. A partir de junio, ahí no deberían descartarse salidas de mayor peso y no las que salen en todas las quinielas para que esa reestructuración sea real y no coyuntural. Pero ese no es el único reto que afronta la junta directiva de Joan Laporta de aquí al 30 de junio. Si esto fuera una carta a los Reyes Magos para el Barça, esta sería la mía.

La primera y más urgente, una reforma de estatutos que proteja al club de una mala gestión tras la decisión del Gobierno de suprimir la obligatoriedad de los avales. El Athletic Club ha propuesto que quienes quieran gobernarlo entreguen garantías por al menos un 5% del presupuesto, un mínimo que estaría bien que en los despachos del Camp Nou se aplicara. Eso exigiría hasta 50 millones en avales en caso extremo hoy. Personalmente, no me desagrada la adición del Real Madrid, por el que los avales son personales y condición obligatoria para ser candidato. Se acabarían algunos shows.

El siguiente reto, urgente por cuestiones de imprenta de camisetas y certezas futuras, es reactivar el área comercial. Tras varios meses de filtraciones sobre ofertas rechazadas y multitudes de candidatos para pagar los 60 millones que piden por el patrocinio principal, las elásticas de 2022-2023 están a punto de entrar en producción sin publicidad. Ni en el frontal, porque Rakuten no sigue, ni en la manga, porque Beko tampoco. El club sigue sin director comercial, algo que no ayuda a resolver estas negociaciones que dejan en juego los 40 millones que al menos hoy suponían estos dos contratos.

El tercer deseo es que por fin veamos entrar las obras en el Camp Nou y los renders que vemos desde 2014 se conviertan en realidad. Por mejorar el confort de los socios, poder exprimir un poco más a los turistas y que la Euroliga deje de sancionar al Barça por incumplir los requisitos mínimos de un pabellón de élite.

El último deseo: que el club sepa resolver todos los frentes políticos en los que se ha embarcado. Barça, Real Madrid y Juventus difícilmente pueden tener más razón que el resto del sistema, hablemos de Uefa, LaLiga o el fútbol femenino.