El Barça sale de la UCI con transparencia

Eduard Romeu, vicepresidente económico del FC Barcelona

Eduard Romeu, vicepresidente económico del FC Barcelona / VALENTÍ ENRICH

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Eduard Romeu realizó ayer un extraordinario y didáctico ejercicio de transparencia para explicar la real situación económica del Barça. Sin maquillajes. Reconociendo claramente que sin las palancas el club estaría en quiebra. Y que seguiría perdiendo unos 200 millones de euros por temporada. El desequilibrio financiero continúa siendo muy grande. Pero, afortunadamente, hay luz al final del túnel. El enfermo acabará curándose. Ha pasado de la UCI a planta y ahora está en fase de tratamiento y rehabilitación. El punto de inflexión será la campaña 2024-25, cuando acaben los contratos desorbitados e insostenibles de algunos futbolistas. A partir de entonces, el Barça se instalará en una situación cómoda que permitirá transformar los números rojos en negros, sobre todo teniendo en cuenta los nuevos ingresos que generará el Espai Barça y el nuevo Camp Nou.

La terrorífica herencia, que puso en peligro la viabilidad del club, no se puede resolver tan rápido como Laporta quería. Es lógico. Hay que seguir invirtiendo para construir un equipo competitivo. Porque la desastrosa gestión de la anterior junta directiva encabezada por Bartomeu no solo dejó al Barça al borde del concurso de acreedores, sino que también hundió futbolísticamente al equipo con la descomposición de una plantilla que acabó siendo claramente perdedora. 

Más allá de felicitarnos por el cambio de rumbo que está adquiriendo el Barça, hay que agradecer al club que actúe con tanta transparencia. Hacer una rueda de prensa para explicar todos estos números antes de la asamblea del próximo domingo permite a los socios conocer de antemano la realidad económica de la entidad de la que, por cierto, son propietarios. Todo el esfuerzo que están llevando a cabo Laporta, Romeu y su equipo es también para que el modelo de propiedad no tenga que cambiar, para que el Barça no se vea obligado a convertirse en una sociedad anónima.

Que los socios, pues, conozcan las ‘tripas’ financieras del Barça al detalle es un derecho que los gestores del club deben hacer posible. Y que no sucede siempre. Y, si no, que se lo pregunten a los socios del Madrid. ¿Florentino da tantas explicaciones? Aunque también es verdad que nadie se las pide... Igual que el Barça ha aplicado palancas para salvar su economía, el presidente blanco ha replicado el modelo y, además, con el mismo socio que el club blaugrana. Pero en Madrid nadie cuestiona lo que hace Florentino.