Como mínimo no han caído ocho...

Ansu, ante Lucas Vázquez en el clásico

Ansu, ante Lucas Vázquez en el clásico / AFP

Xavier Ortuño

Xavier Ortuño

El Barça ofreció en el clásico uno de sus mejores caras de la temporada. Los jugadores que saltaron al césped del Camp Nou estuvieron lejos de crear una obra de arte pero en lo que a motivación, actitud e incluso en lo que a juego se refiere, poco hay que reprocharles... hasta mediados de la segunda mitad.

Los errores individuales se vieron demasiado: el fallo clamoroso de Sergiño Dest y la falta de marca de Depay en el gol de Alaba pasarán lastimosamente a ser elementos demasiado importantes en la historia del clásico. En el partido se pudo empezar a asumir que el Barça puede obrar buenas rachas, encadenar algunos partidos correctos... pero quedó patente que aún le falta mucho para medirse según a qué rivales.

Con un gran derroche físico, el centro del campo aguantó el arranque del encuentro pero Koeman tardó en mover el banquillo y la factura de los kilómetros empezó a pasar para todos. El Real Madrid aquí se sintió más cómodo y empezó a llegar sin oposición a la portería de Ter Stegen.

Si ponemos una nota global al clásico, no podemos obviar que 'algo' hay. Ese 'algo' es mejor que lo que había a principio de temporada, pero tampoco para tirar cohetes. El trabajo del técnico holandés se va notando y los jugadores van entrando en automatismos, ahora que Koeman ya no inventa tanto y mantiene una línea de juego. La realidad es que ha sido una derrota que no nos debe alarmar, quizás este resultado es un buen reflejo de lo que puede ofrecer ahora el Barça. Tocará cambiar mucho la cara en la segunda parte de la temporada para arreglar todo lo que se ha perdido en esta primera mitad.

El Madrid tampoco llegaba muy sobrado, de hecho, en Liga había sumado un solo punto de los últimos seis, pero ha tirado de oficio y solidez para aprovechar una contra y que Alaba hiciera que los tres puntos volaran del Camp Nou al Santiago Bernabéu. Luego en otra contra, Lucas Vázquez remató y dio la victoria final al Madrid aunque el 'Kun' lo maquilló un poco.

Sin estos tres puntos, el Barça seguirá por debajo del Real Madrid y lo que podría haber sido un chute de moral y resultado, se ha quedado en un balance de daños moderado. Esta vez no hay que lamentar un abultado resultado vergonzoso, tocará esperar que el Barça se afine un poco y sea capaz de medirse a cualquier rival. Hoy aún no puede y viendo que hay ganas e intención aún duele más que no se llegue.