El Barça le regala una vida extra a Lopetegui

Julen Lopetegui está cuestionado en el Real Madrid

Julen Lopetegui está cuestionado en el Real Madrid / EFE

Ernest Folch

Ernest Folch

El Barça desaprovechó una oportunidad única de profundizar la herida del Real Madrid, y dejó escapar dos puntos en Mestalla que confirman su discreta andadura en lo que lleva de Liga: lleva ya nueve goles en contra, suma 4 jornadas seguidas sin marcar y  en las últimas 6 jornadas ha ido por detrás en el marcador en algún momento del partido.

Todos los caminos de los males del Barça llevan a la defensa, que ayer volvió a salir retratada, en un grave despiste en el primer minuto de partido en el que primero Vermaelen no acertó a despejar y luego Piqué dejó pasar el balón para habilitar el gol de Garay en otra acción que retrata a la zaga blaugrana y deja en evidencia su falta de concentración.

No se sabe muy bien qué llevó a Valverde a escoger a Vermaelen en lugar de Lenglet, teniendo en cuenta la excelente actuación que el central francés cuajó el pasado miércoles, pero se confirma que las dudas en defensa reflejan también, en buena medida, las dudas que tiene el entrenador blaugrana. Una vez más, el Barça arrastró su inoperancia como un lastre, y tuvo que ir a remolque de la desconexión del primer minuto durante todo el partido. Lo cierto es que el plan en Mestalla estaba muy claro: seguir la fórmula Wembley, e ir desgastando el rival a través del control y de la posesión, especialmente a través de Arthur, que confirmó que su titularidad ante el Tottenham no fue ningún accidente y que su rol está destinado a ser cada día más decisivo.

Una vez más, Messi equilibró el marcador con un trallazo formidable pero, una vez más, sigue sin atisbarse un plan ofensivo que no pase necesariamente por los pies del ‘10’ blaugrana: Luis Suárez arrastra una sequía galopante, Coutinho aparece de manera intermitente y Dembélé entró a falta de 8 minutos, cuando no había tiempo para nada. Dio la sensación otra vez que Valverde actuó tarde y con poca ambición, como si el empate en Mestalla fuese un mal menor.

Y es que unas tablas en Mestalla, en medio de una racha de victorias y de gran juego, hasta pueden ser aceptables. Pero cuando tu rival está en caída libre y tu llevas tres partidos sin ganar, debe esperarse mucha más determinación para conseguir los tres puntos. Por culpa de su defensa pero también de su falta de ambición, el Barça le ha regalado una vida extra a Lopetegui.