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Opinión

Barça, una de ratas y escoria

La asamblea de compromisarios se celebra el próximo sábado

La asamblea de compromisarios se celebra el próximo sábado / EFE

Es absolutamente deplorable y deleznable que personas que afirman ser barcelonistas, socios o aficionados, insulten y falten al respeto a otros barcelonistas únicamente por expresar su opinión y tener disparidad de criterios. Es lamentable que la descalificación personal se haya instalado en el debate azulgrana. Sobra odio y falta diálogo constructivo.

Si La Masia forma parte del ADN del FC Barcelona, el cainismo también está presente en el tejido adiposo del club. No es algo nuevo ni exclusivo en la historia del FCB, pero en esta generación de las redes sociales se ha exacerbado y se ha radicalizado hasta extremos nunca vistos antes.

Si habla Joan Camprubí, lo insultan. Si habla Victor Font, lo insultan. Si habla Toni Freixa, lo insultan. Si habla Joan Laporta, lo insultan. No hace falta irse a Madrid.

En esta caza barriobajera, en este “conmigo o contra mí”, algunos han puesto el foco en los medios de comunicación y en los periodistas. Nos han dicho de todo: ratas, escoria, payasos, corruptos, borrachos, hijos de p... y otras lindezas.

Personalmente acepto la crítica, incluso la más punzante o irónica, pero jamás el insulto. Argumentos, sí; descalificaciones, no. Cuando lo haces, pierdes la razón. Algunos nos quieren ciegos, sordos, mudos y de rodillas, pero no se esfuercen, que nunca se saldrán con la suya.

En el contexto azulgrana actual, con Joan Laporta en la presidencia del FCB, algunos de sus defensores confunden la institución con la presidencia. Tampoco es nada nuevo, ya ocurría con Núñez. Si criticas cuando las cosas van mal, eres mezquino porque quieres aprovecharte del momento. Si criticas cuando las cosas van bien, también lo eres porque solo buscas desestabilizar. Que se aclaren.

Arguyen, entre otras cosas, que los críticos desean que el Barça pierda para que Laporta salte de la presidencia. Y tampoco entienden que se cuestione el modelo de gobernanza ni la gestión del club cuando el primer equipo gana títulos, como si eso fuera lo único importante y a tener en cuenta. Porque si eso es así, entonces, cuando el primer equipo ha firmado temporadas en blanco (dos en estos cinco años), ¿cuál sería el argumento de defensa?

Miren, he comido, cenado y tomado café con personas que hoy están en el FCB y cada vez que el Barça ganaba un título en 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017 o 2018, les entraba un cólico nefrítico. No soportaban que a Rosell y a Bartomeu les fuera bien. Fueron algunos de los mejores años de la historia del club, pero ni por esas, preferían que el Barça perdiera. Y seguramente ahora pase lo mismo con algunos socios. Eso no es ser barcelonista. Es otra cosa. Al Barça hay que quererlo siempre, sin que ello impida exigir un modelo de gobernanza ético, transparente y que busque la excelencia. Y hoy en día, y siento decirlo, quienes gobiernan el club están lejos de esas virtudes.

El epítome de lo expuesto lo personifica Xavier Sala i Martín, el economista y exdirectivo del FCB. Hace unos días acusó a un profesional de los medios de comunicación de “chuparle los genitales a Bartomeu”. ¿Cómo puede ser tan zafio y mal educado un profesor universitario? ¿Cómo puede ser tan grosero el vicepresidente del Patronato de la Fundació del FCB que tiene o tenía a su mujer trabajando en el Barça? ¿Qué valores transmite este caballero que representa al club?

Él, que se prestó a manipular la última Asamblea de Socios; él, que tiene que explicar tantas cosas de la desaparición del Reus...

Y tampoco podemos olvidar que determinados personajes que insultan a la oposición, a medios de comunicación y periodistas están en diferentes comisiones del FCB. Y otros fueron invitados a la fiesta del 125 aniversario del club o van al palco de vez en cuando.

A estos extremos hemos llegado.