El Barça que viene promete

La primera parte de la temporada del Barça debe valorarse de forma positiva: campeón de la Supercopa, líderes en la Liga, primeros de grupo en la Champions y superada la primera ronda de la Copa del Rey… El inicio es brillante y alentador. ¿Qué más se puede pedir? Poco más. Ahora que empieza el 2019 se inicia la ardua misión de acabar bien lo que bien ha empezado. No es fácil porque la batalla debe librarse tanto en el campo como en los despachos, donde enero es importante para acabar de perfilar la plantilla tanto de presente como de futuro. Hace un año llegaron Coutinho y Yerry Mina; ahora está aquí Jeison Murillo y quizás pueda aparecer también Rabiot. El invierno se está convirtiendo casi tan trascendente como el verano. La obligación del club, de la secretaría técnica y de Ernesto Valverde es estar con una mirada dentro y una fuera. Estar atento a la evolución de tu plantilla y pensar en un futuro.

Analicemos la plantilla por posiciones y nos encontramos que en la portería está bien cubierta con un Ter Stegen creciendo y asentado como uno de los mejores del mundo y con las espaldas  cubiertas con Cillessen, supersolvente y que sería titular en cualquier equipo de la Liga española.

En defensa ha llegado cedido Murillo para ser la red de Piqué. La vuelta de Umtiti es una incógnita y Vermaelen vive en la puerta de la enfermería. Son dos centrales que están en el dique seco y que dejan al Barça en una situación comprometida. La llegada de Murillo  paliará este déficit. La buena noticia es la vuelta de Sergi Roberto, ya recuperado de sus problemas físicos, que podrá alternar con Nelson Semedo.  La otra opción que debe plantearse el Barça es si Alba precisa de un sustituto o, por  contra, cree que Miranda ya está preparado. De cara al verano, se trabaja en el eje de la defensa. De Ligt es una opción aunque su fichaje está complicado y también Todibo, más joven.

En el centro del campo es donde aparecen más variantes, con más opciones tanto de presente como de futuro. Está la posible llegada de Rabiot incluso este enero, que abriría alternativas importantes al jugar de pivot y de interior. Si llega ahora, Valverde ya podría exigirle desde el primer minuto porque está preparado para asumir un rol importante. Abriría una batalla brutal por los minutos y por la titularidad. Rabiot vendría a competir con Busquets, Rakitic, Vidal, Aleñá, Arthur o Denis  (Rafinha está lesionado). Habría una intensa pelea de la que el más beneficiado sería el Barça y el entrenador. Bendito marrón tener que escoger entre todos estos jugadores. Sería una competencia sana. El técnico debería demostrar una vez más lo buen entrenador que es y lo bien que sabe gestionar el grupo. Y para el verano podría llegar De Jong, un fichaje que redondería un centro del campo muy potente.  Con todo, no habría que olvidar a Aleñá, que ya cuenta como uno más, o Riqui Puig, también de mucho talento.

En ataque es donde no debería producirse ninguna entrada porque es la línea más titular del equipo. Suárez y Messi son intocables con Dembélé y Coutinho ganándose el puesto según el estado de forma de cada uno. Empezó siendo titular Dembelé para luego serlo Coutinho y ahora ha vuelto el francés. Es una batalla de calidad para fomentar la competencia. Y en la recámara, mientras no se diga lo contrario, está Munir, una carta que siempre funciona.

Estamos hablando de las mejores plantillas del mundo que si se acaba de completar con Rabiot, De Jong  o/y De Ligt, tres jugadores de similar edad, estaremos hablando de una plantilla equilibrada con una competencia feroz para ganarse el sitio.