Un Barça que sufre a domicilio

El Barça no pasó del empate en Sevilla

El Barça no pasó del empate en Sevilla / EFE

Jordi Cruyff

Jordi Cruyff

La vuelta de la competición liguera, de momento, está arrastrando una tendencia que ya venía de atrás. A falta de ocho partidos, ningún equipo está arrasando ni dando un golpe sobre la mesa a la hora de reivindicar su condición de candidato al título. No me refiero a la puntuación, también a sensaciones sobre el campo. Sobre el papel, sumar siete de nueve puntos posibles como ha sido el caso del Barça es un balance nada despreciable cuando te has dejado dos puntos ante el cuarto clasificado como es el Sevilla. El Madrid también ha tenido momentos sufridos recientemente contra el Eibar o el Valencia, pero con resultados finalmente favorables, además de algún accidente por el camino como el Mallorca.

Al Barça se le ha vuelto a atragantar un partido a domicilio. Nada nuevo. Suma 43 de 45 puntos posibles en el Camp Nou y 22 de 45 fuera de casa, registrando apenas seis victorias en 15 partidos en sus desplazamientos a otros campos. La diferencia es abismal. Ahí reside el peligro de perder esta liga. Y esos números, inevitablemente, sirven de motivación para cualquier equipo que reciba la visita de los blaugranas. ¿Es una cuestión de valentía del conjunto anfitrión o de debilidad del Barça? Puede ser ambas cosas.

Contra el Sevilla firmó una buena primera parte, pero hay algo en el equipo que le hace sentirse más timorato y no jugar con la misma confianza y soltura fuera de casa. Le cuesta controlar a un equipo con agallas. Y eso también motiva la falta de gol, como ocurrió en el Sánchez Pizjuán. No se trata de un problema de atacantes, porque el recuento goleador del Barça también es radicalmente superior en los partidos domésticos en los que el oponente sabe de antemano que tiene todas las de perder y se echa atrás para limitar el daño.

Aunque el Real Madrid tenga más fondo de armario, pienso que el Barça tiene mejor plantilla. Comenzando por el ataque. Messi, Suárez, Griezmann, Ansu Fati y Braithwaite (sin contar con el lesionado Dembélé) imponen más que Benzema, Hazard, Vinícius, Mariano y Jovic.

Por supuesto que tiene margen de mejora y entiendo el dilema que ahora puede tener el club a la hora de reforzar su línea ofensiva con Neymar o Lautaro. El brasileño es el tipo de futbolista que puede hacer algo diferente en una jugada individual (y más conociendo de antemano al equipo), no es un 9, pero tiene gol y también genera ocasiones. El argentino encajaría a la hora de rejuvenecer plantilla, su condición de delantero centro reforzaría esa posición necesitada, pero también llevaría inevitablemente a contar menos con Suárez sobre el césped. Es una decisión difícil condicionada por las limitaciones financieras. Y posiblemente por el estado de ánimo que deje el desenlace de la pelea por el título.

NO ME GUSTA. El anuncio de Juan Carlos Unzué sobre su condición de enfermo de ELA es una terrible noticia. Reconozco que seguí su rueda de prensa con lágrimas en los ojos. Me dejó tocado y muy pensativo. Definitivamente, damos demasiada importancia a tonterías en esta vida. Como bien dijo, somos afortunados por lograr levantarnos cada día.

ME GUSTA. Precisamente la lección de vida de Juan Carlos Unzué. Su entereza y su espíritu de lucha, la determinación con la que habló, acabaron transmitiendo una fuerza muy inspiradora. Sin duda, su ejemplo nos sirve de despertador a todos, a pesar de ser una mala noticia. Le deseo todo el ánimo del mundo en esta pelea que ha pasado a ser nuestra.