El Barça pagó muy caro sus errores

Barça - Granada

Barça - Granada

Pichi Alonso

Pichi Alonso

El primero de ellos, dar rienda suelta a una condición de líderes cuando el partido ante el Granada aún no se había disputado. La mente de más de uno parecía estar fijada en Valencia y, en especial, en el gran duelo ante el Atlético. Nadie se cuestionaba la condición de líder. Y eso, mentalmente, también se nota en un vestuario y sobre el terreno de juego. La tensión, por momentos, se resiente.

El segundo gran error es un clásico: Messi, en la mayoría de ocasiones, abre el marcador y parece allanar el camino de la victoria a la espera que el resto de compañeros completen la fiesta con otras dianas. Ayer el marcador azulgrana no sufrió otras alteraciones. En la primera mitad, se desperdiciaron ocasiones claras. Tras el descanso, no hubo una sola opción nítida para ni tan siquiera empatar el partido. La defensa del Granada se impuso.

Sin alternativa

Está claro que dejarse remontar por un Granada al que le faltaban nueve titulares es un error monumental que cuestiona el trabajo bien hecho de un equipo que ha sufrido lo indecible para acariciar el liderato y que ayer lo dejó escapar de una forma lamentable. No sería justo cargar las tintas a nivel individual, pero sí es bueno tener en consideración los fallos puntuales en defensa o cómo se echa de menos la presencia de futbolistas como Pedri, al que todos reclamábamos descanso.

Y una puntualización que no es la primera vez que me atrevo a sugerir. En la plantilla del Barça falta ese perfil de 9 especializado en desatascar defensas como la del Granada. Frente a conjuntos tan cerrados y cuando apuestas por abrir huecos desde la banda o en balones aéreos, ahí falta ese killer que el equipo echa de menos.