El Barça nunca volverá a jugar bien

El Barça tiene la Champions como objetivo y quiere llevarse muchas alegrías

El Barça tiene la Champions como objetivo y quiere llevarse muchas alegrías / VALENTÍ ENRICH

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Cierto entorno llega al Camp Nou pensando que cualquier tiempo pasado fue mejor, víctimas de una nostalgia patológica. Pase lo que pase sobre el césped, el juego seguirá siendo una mala copia de lo que debiera ser, de lo que fue. Como si el tiempo avanzara para todo el mundo, menos para el fútbol blaugrana, preso atemporal de su propio dogma.

El prejuicio siempre se impone a la realidad porque quien mira lo hace con un filtro pintado con una gruesa capa ‘cruyffista’ mezclada con algo de 'Guardiolista’ y, a veces, un toque ‘rijkaardista’. El prejuicio usa un filtro que no permite recordar que el Dream Team cocinó auténticos churros.

A Valverde no se le permite ganar de cualquier forma en Anoeta, se le exige pintar una obra de arte a diario, el Barça-Dinamo de Kiev del siglo XXI día sí y día también. Como si antes del histórico 4-1 no hubiera habido un 3-1 en la ida. No importa lo que ocurra sobre el campo, la realidad es la que sale de nuestra pluma. La única referencia es el partido que ya se ha jugado en la mente de los eternamente insatisfechos.

El Barça es solo Messi y, de vez en cuando, la reivindicación del Dembélé de turno. El trabajo de Rakitic, Sergi Roberto, Coutinho, Piqué o Umtiti en el 4-0 ante el PSV es basura. Una barbaridad ante la que hasta Cruyff se rebelaría porque él prefería ganar 5-4 que 1-0, lo que implica que el rival también juega. Pero al Barça hoy solo se le permite ganar por goleada y sin concesión alguna, como si jugara contra nadie, como si el Barça fuera el fútbol. La prepotencia hecha análisis.

Jugar bien no es un capricho, es una necesidad si el Barça quiere ganar la Champions. Pero esa necesidad y exigencia es compatible con elogiar el juego, a ratos de altísimo nivel, que el equipo ofreció en el debut europeo. Tan innegable es que el Barça no jugó bien en Anoeta como que sí lo hizo ante el PSV. Pero el presente dice que el Barça solo juega bien si el inquilino del banquillo gusta a quienes analizan desde el púlpito. El tono de la crónica viene de serie y el texto aparece redactado antes de saberse la alineación. El Barça nunca volverá a jugar bien.