Barça: mucho por muy poco

Jaume Roures, presidente del grupo multimedia Mediapro

Jaume Roures, presidente del grupo multimedia Mediapro / EFE

Toni Frieros

Toni Frieros

Hace unos días llamaron poderosamente la atención, desde el punto de vista azulgrana, unas declaraciones de Jaume Roures, administrador de Mediapro y productor de cine. Le preguntaron en una entrevista, entre otras cosas, si se había planteado alguna vez ser presidente del FC Barcelona, club del que es socio: “No, pero si lo fuera, lo primero que haría sería subir el precio de los abonos. Son baratísimos”, dijo. Sus enemigos, que los tiene, utilizaron esa frase para demonizarle. ¡Cómo osaba ir en contra del interés de los socios del Barça!

Roures dibujaba con esa frase una realidad que merece un profundo análisis y un aplauso por su sinceridad, porque es cierto que el carnet de socio + abonado para asistir a los partidos del Camp Nou es el más barato de Europa (sólo se incrementa el IPC anual) si lo comparamos, precisamente, con aquellos clubs con los que la entidad azulgrana compite ferozmente (Real Madrid, City, United, PSG, Bayern...).

Es la constatación de un escenario real como la vida misma y que los socios del FC Barcelona deberían interiorizar para valorar en su justa medida lo que tienen en sus manos. Por muy poco dinero vienen disfrutando del mejor equipo de fútbol de los últimos tiempos (ahí están los títulos cosechados desde 2004...) y forman parte de una entidad que ha logrado convertirse en el líder mundial de ingresos en la industria del fútbol (914 millones de euros)... cuando en 2003 no aparecía ni en el ‘top ten’. ¡Hasta el Newcastle inglés  ingresaba más!

Lo de menos es que ese ejército de 142.323 socios (el 92,5% viven en Catalunya) aporte menos del 8% de toda la facturación anual. Es decir, extrapolando mucho esa realidad y llevándola a un punto extremo, el FC Barcelona podría seguir funcionando sin la aportación económica de sus socios. Obviamente, el Barça es otra cosa y nunca debería entenderse la relación club-socio como una simple contraprestación dineraria. El Barça es pasión, sentimiento, representación, pertenencia, historia...

Sin embargo, lo que me parece extraordinariamente meritorio (y eso que todavía tiene el club espacio de mejora...) es que el FC Barcelona sea capaz de dar tanto por tan poco. Sus gestores, los de antes y los de ahora, vienen protagonizando pequeños o grandes ‘milagros’ año tras año. Depende de cómo se mire... Que el club vaya a ser capaz de remodelar el Camp Nou hasta convertirlo en el mejor campo de fútbol de Europa sin que le cueste al socio un solo euro es algo brutal. Y lo hará, a diferencia del Real Madrid con el Santiago Bernabéu, prácticamente sin endeudarse.

La mitad, o más, de los 628 millones que costará el Espai Barça se pagarán con el dinero que dejará el ‘apellido’ del Camp Nou o del Campus. El resto, prácticamente saldrá de los nuevos beneficios que generará el estadio: más asientos (más ingresos por entradas y abonos), más palcos VIPS y más concesiones (tiendas, bares, restaurantes, hotel...).

Por si todo eso fuera poco, el club incrementará sustancialmente su patrimonio para generaciones futuras, ya que habrá que sumar a los activos el nuevo Estadi Johan Cruyff de Sant Joan Despí que sustituirá ya en febrero al vetusto Mini Estadi.

Lo que viene haciendo el FC Barcelona no admite comparación con ningún otro club del mundo. Se mire como se mire. Porque además de tener un equipo competitivo, ingresar más dinero que nadie y afrontar la reforma de su recinto sin coste para sus socios, está presente en todo el mundo con la marca Barça y las acciones de su Fundación. Más de un millón de niños se benefician cada año de las acciones y campañas solidarias del club. Por lo tanto, imagen el valor que tiene el carnet de socio del Barça...