El Barça, motor del turismo deportivo en Barcelona

Turistas realizando la visita a las instalaciones del FC Barcelona

Turistas realizando la visita a las instalaciones del FC Barcelona / Ignasi Paredes

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

La tendencia al alza del turismo deportivo en España es un fenómeno digno de estudio. Su potencial de crecimiento es muy grande si tenemos en cuenta que en los últimos cinco años ha crecido un 40% en dos líneas de negocio: Participantes en eventos deportivos y espectadores de grandes espectáculos.

En datos concretos, el turismo deportivo aporta 11 millones de visitantes al año (85% extranjeros) que generan un gasto superior a los 14.500 millones de euros. Estamos hablando de cifras importantes que demuestran que deporte y turismo van de la mano ya que cada día son más las personas que prefieren vacaciones activas, donde puedan hacer algo más que playa, sol y cerveza.

FENÓMENO SOCIAL + INDUSTRIA GLOBAL

El fenómeno del turismo deportivo comienza a valorarse en su justa medida, su éxito tiene una explicación coherente si partimos de dos parámetros complementarios. El deporte es el fenómeno social más importante del mundo. Por otro lado, el turismo es la industria global más grande del mundo. Cuando suman sinergias, los resultados se multiplican.

Hay dos tipos de turismo deportivo. Por un lado son los aficionados que viajan para ver al Barça en el Camp Nou, la final de la Champions en Madrid o al Gran Premio de Fórmula 1 de Montmeló. Espectadores de grandes eventos. Por otro, son los deportistas que se inscriben en la Maratón de Barcelona o Valencia, los alemanes que van a Mallorca a practicar cicloturismo o los millones de turistas que vienen a jugar en invierno a golf en nuestro país. Practicantes de deporte a nivel amateur. También hay casos particulares que merecen destacarse por su notable éxito. Gracias al senderismo, Galicia se ha puesto en el mapa del turismo deportivo de la mano del Camino de Santiago.

EL BARÇA, UN MOTOR

En Barcelona el prototipo del turismo deportivo es el Barça, un motor de negocio para la ciudad  que genera el 8% del turismo. El aliciente de ver en directo a Messi es un reclamo importante para visitar la ciudad coincidiendo con los partidos del Barça lo que motiva muchas pernoctaciones. Hasta el punto de que los hoteles tienen más demanda de sus clientes para ir al Camp Nou que para visitas culturales.

El Experience Tour del Barça, con visita al campo y museo, tiene dos millones de espectadores al año. Este es un fenómeno que el club debe explotar en toda su dimensión ya que le tendría que dar derecho a incluir un Hotel Barça en las obras de remodelación del entorno del estadio.

No en vano, el Barça es el mejor embajador de la ciudad en el mundo, una simbiosis que obligaría al Ayuntamiento a la contrapartida de potenciar el Espai Barça que será en el futuro un gran polo de atracción turístico. El primer club de la ciudad tiene que beneficiarse del turismo deportivo que atrae, es necesario realizar un estudio profundo del tema ya que el último, realizado por Deloitte en el 2016, ha quedado desfasado. 

Barcelona dio el gran salto internacional en 1992 de la mano de los Juegos Olímpicos. Aquel evento excepcional sirvió para modernizar la ciudad y colocarla en un lugar destacado del mapa mundial. Aquella fue la primera explosión de turismo deportivo en España, un camino que con el paso de los años ha generado prosperidad, turismo y crecimiento a la ciudad.