Ser del Barça és el millor que hi ha!

Barça-Sevilla

Barça-Sevilla

Carles Sans

Carles Sans

Aunque ahora muchos digan que no, el miércoles los barcelonistas nos poníamos frente al televisor con la esperanza de una remontada, pero preparados ante la posibilidad de que, una noche más, el Barça lo intentara y no lo consiguiera. Después de ver el partido tan esforzado, tan elaborado de todos los que pisaron el césped, hoy me siento más orgulloso que nunca de este equipo. Sin duda, Ronald Koeman le ha dado un aire de lucha, y Leo Messi se entrega en cada partido demostrando estar comprometido, aunque a día de hoy le gustaría encontrarse en otro lugar. El partido lo tuvo todo para ser épico.

La firmeza y la técnica de un Barça que no se puso nervioso en ningún momento, el gol magnífico de Dembélé, el de cabeza in extremis del gran Piqué, expulsiones, manos en ambas áreas que podrían haber sido pitadas, un penalti parado, locutores de televisión muy contrariados al ver el vuelco en el marcador, los tres candidatos a la presidencia juntos en la grada pero separados por el Covid, por las ideas y por la rivalidad establecida en campaña.

YO ME ALEGRO POR KOEMAN Me alegro porque es todo un caballero que, al igual que los candidatos en su grada, también está solo; solo ante un vestuario escaso de fuerzas, solo en un club sin gobernantes y con su futuro en el equipo de lo más incierto. La remontada ha sido posible y ahora podremos creer en seguir compitiendo. Vamos segundos en la Liga a la espera de que el Atlético de Madrid pinche; yo lo veo difícil, pero no imposible. Nos espera el PSG, ante el cual me conformo con no hacer un triste papel. Si este año conseguimos la Copa del Rey, mucho será. Hace una semana muchos la dábamos por finiquitada. Hoy somos los favoritos. Por cierto, Ilaix Moriba me gusta; Mingueza está rápido y cada vez es mejor.

UN APUNTE FINAL No me gusta que los jugadores se expresen para la galería. Así me pareció que lo hacía Riqui Puig al final del partido: se juntó en una alegre piña con sus compañeros mientras miraba si entraba en el plano que ofrecía la gran pantalla del estadio. Poco natural.