El Barça es mejor con tres delanteros

Villarreal 0- FC Barcelona 2

Villarreal 0- FC Barcelona 2 / sport

Ernest Folch

Ernest Folch

E l Barça arrancó en el Estadio de la Cerámica un triunfo que puede ser clave para sus aspiraciones en la Liga: se saca de encima otro campo difícil y va despejando el camino a cada jornada. Queda el Bernabéu, pero con el Madrid sin disputar la próxima jornada, lo hará con un mínimo de ocho puntos de ventaja. La victoria blaugrana es un retrato robot perfecto de su juego a lo largo de la temporada: comienzo algo apático, lenta maduración del partido, hasta que cae por su propio peso cuando logra acelerar la pelota, y fiabilidad defensiva con un enorme Ter Stegen, que se ha convertido en el gran seguro de vida de esta temporada. Hacía muchas temporadas que el portero no alcanzaba en el Barça un semejante grado de influencia en el resultado y en el estado de ánimo del equipo: habría que remontarse en los tiempos en los que los reflejos de Victor Valdés salvaban títulos.

Una vez más, el equipo de Valverde empezó con un control absoluto del juego y una clara posesión de la pelota, pero a costa de crear muy pocas ocasiones de gol. Sin Iniesta en la medular, el juego del equipo siempre es más lento, más previsible y Messi tiene que trabajar mucho más para recibir balones en condiciones. En los primeros cuarenta y cinco minutos el juego fue espeso, si bien es cierto que sin a penas pasar apuros. La expulsión de Raba por una entrada tan dura como innecesaria sobre Busquets, y la entrada de Alcácer, revolucionaron definitivamente el partido y el equipo puedo encontrar por fin el desborde y el juego en superioridad que se le había negado en la primera parte. El dinamismo del juego cuando entró Alcácer demuestra que el Barça es mucho más agresivo y peligroso cuando juega con tres delanteros.

El 4-4-2 aporta superioridad al medio campo y control sobre el juego, pero sin duda el 4-3-3 le da al juego más electricidad y profundidad. En cualquier caso, se volvió a demostrar que Valverde tiene una fe inquebrantable en su plantilla, como prueba el rendimiento ascendente de Vermaelen, por el que nadie daba un duro hace escasas semanas, y que además sabe intervenir sobre los partidos, y calmarlos o agitarlos según sea necesario. Es evidente que el Barça debe ser más exigente con la velocidad de pelota y las ocasiones generadas para alcanzar un rendimiento óptimo. Pero nadie podrá negar que el Barça de Valverde ha logrado alcanzar un grado de solidez y fiabilidad que en el mes de agosto nadie habría previsto. Se recuerdan pocos Barças con unos números tan impresionantes en el mes de diciembre.