El Barça se mantiene fiel a su historia

El Barça reaccionó ayer con suma rapidez y firmeza a la sentencia condenatoria de los líderes del ‘procés’ con un titular inequívoco: “la prisión no es la solución”. En el texto, hay dos elementos importantes. El primero, que el club se declara a favor de una solución política y hace un llamamiento al diálogo como única vía para resolver el conflicto: “El club pide a todos los responsables políticos que lideren un proceso de diálogo y negociación (…) que debe permitir la liberación de los líderes cívicos y políticos condenados”.

El segundo factor determinante es cuando el Barça apela a su “trayectoria histórica” y se autoproclama, sin que nadie puede discutirlo, “una de las entidades de referencia de Catalunya”: es la manera que encontró ayer la institución de justificar el por qué de este comunicado. Sin duda, lo que hizo ayer el Barça fue simplemente ser coherente con su larga historia, en la que el club siempre ha sido fiel al posicionamiento mayoritario de la sociedad catalana.

De hecho, el presidente Bartomeu se mantuvo ayer exactamente en el mismo carril de toda su presidencia: a favor de la libertad de expresión y en contra de cualquier solución unilateral por ninguna de las partes. Como ya ha sucedido varias veces, el club fue criticado por los que quieren que se vuelva independentista (algo que el presidente ha rechazado siempre) y por los que le reprochan que se manifieste en temas políticos.

El Barça, con respeto

Pero los que le piden al club que no se pronuncie en un tema tan sensible y trascendente para la sociedad en donde tiene sus raíces son los que en realidad no han entendido nada del Barça ni de su papel articulador en Catalunya. El club hizo ayer lo que debía, lo expresó con respeto, y además con su velocidad de respuesta lideró la reacción de múltiples instituciones, asociaciones deportivas y deportistas en general que se pronunciaron a continuación.

Entre el alud de reacciones cabe destacar la de Gerard Piqué, esta vez en plena sintonía con el club, y la de la Federación Catalana de Fútbol, que suspendió todos los actos y partidos de la jornada en Catalunya. El Espanyol prefirió desmarcarse apelando a su carácter “puramente deportivo” y se limitó a manifestar su respeto con las decisiones judiciales. En definitiva, reacciones todas muy normales en una sociedad en la que las instituciones o las personas dicen por suerte lo que les da la gana