Barça y Madrid, dos derrotas de signo diferente

Laprovittola no tuvo el día ante Unicaja

Laprovittola no tuvo el día ante Unicaja / JAVI FERRÁNDIZ

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

Un Barça relajado y complaciente

No llegaron ni a entrar en dinámica de partido. Los blaugranas no aparecieron en su duelo ante el Unicaja en el Palau. Anotaron 63 puntos. Los malagueños, que venían de perder en la Champions FIBA ante el Manresa, no tuvieron mayor problema en ganar los cuatro cuartos y sumar un triunfo que les dará moral. Lo más destacable para los anfitriones fue la reaparición de Oriola, después de meses en el dique seco, y que también Davies ha recibido el alta médica.

El martes que viene se inicia el playoff de la Euroliga, ante el Bayern y es bueno recuperar efectivos. Por destacar algún jugador, podríamos hablar de Mirotic y un trabajador Hayes, y poco más. Muy desacertados los tres bases del Barça.

Lógico si se tiene en cuenta que jugaron descentrados y con escasa motivación. Es una lástima que en un día con gran afluencia de público y con alicientes como el nuevo marcador, los blaugranas no se hayan apuntado a la fiesta.

Es cierto que la reciente victoria, en ACB, contra el Madrid deja la clasificación como primero de grupo muy al alcance de los de Saras. Pero ya ante el Maccabi, en la Euroliga en un partido intrascendente, el Barça despareció. Pensar que sólo te activarás en los encuentros trascendentes es un grave error.

El Madrid no sale de su círculo vicioso

En su duelo ante el Barça en el Palau, Laso dijo, entre otras cosas, que había visto muy enchufado a su equipo. Parecía que los “cortes” de Heurtel y Thompkins eran parte de la solución de los problemas del Madrid. De momento, no es así.

Ante el Bilbao, a imagen y semejanza del Barça contra el Unicaja, no llegó a ganar ningún cuarto y no alcanzó los 70 puntos. Pero su derrota es bien diferente a la de los blaugranas. Mientras unos siguen liderando todas las competiciones, los blancos continúan inmersos en una crisis que nadie sabe que alcance tendrá. No cabe duda de que el playoff ante el Maccabi resolverá muchas dudas.

El Madrid se la juega. No clasificarse para la Final Four sería catastrófico, y podría generar serias consecuencias en el vestuario merengue. La sensación que transmite el grupo es que están perdidos, y que caminan desorientados al borde del precipicio. No sé si tendrán capacidad para revertir esta situación. Ahora mismo, no lo parece. Pero una victoria contundente en su serie contra el Maccabi haría variar radicalmente el panorama. En pocos días, tendremos la respuesta.