Ganas de volver a veros... y de volver a ganaros

Messi, en un acción contra el Real Madrid en el clásico de la Liga (primera vuelta)

Messi, en un acción contra el Real Madrid en el clásico de la Liga (primera vuelta) / Javier Ferrándiz

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Ganas de volver a veros... y de volver a ganaros. La sensacional pancarta que Laporta colgó cerca del Bernabéu durante la campaña electoral debe servir de inspiración al equipo ante el clásico. El Madrid-Barça del sábado, debido a las obras de remodelación del estadio, no se jugará en el santuario blanco, sino en Valdebebas. Pero el objetivo, sin duda, es el mismo: lograr la victoria en territorio enemigo para dar un nuevo golpe a la Liga. La historia reciente de los enfrentamientos entre el Madrid y el Barça en el Bernabéu tiene un claro color blaugrana. Desde el famoso 2-6 de la temporada 2008-09, el Barça ha ganado 8 de los 12 partidos de Liga disputados en el estadio madridista, con un empate y solo tres derrotas. El dominio blaugrana (con Messi como líder) ha sido abrumador. Casi insultante. El Bernabéu se ha convertido, en los últimos años, en el mejor aliado de los culés. Con grandes exhibiciones futbolísticas. Como el 0-4 de la campaña 2015-16 o el 0-3 de la 2017-18. Y no solo en la Liga. El Barça también asaltó el Bernabéu en la Champions: el 0-2 de las semifinales del 2011 pasará a los anales del fútbol por el famoso discurso del “puto amo” de Guardiola contra Mourinho. Los números son abrumadores: el Barça ha marcado en estos últimos 12 partidos de Liga en el estadio blanco un total de 29 goles, a una media de 2,4 tantos por partido. Una auténtica barbaridad.

Este sábado, el Barça vuelve a jugar en Madrid. Llega al clásico en una excepcional racha (51 de 57 puntos) y con la moral por las nubes tras recortarle 11 puntos al Atlético. De hecho, los blaugranas se pondrían líderes circunstanciales de la Liga con una victoria y aún meterían más presión a los rojiblancos, que el domingo juegan en el campo del Betis. Ganar al Madrid siempre es importante. Pero ahora más. Porque está en juego un título que hace solo tres meses parecía imposible y que hoy es el sueño de todos los culés. El Barça que está construyendo Koeman está capacitado para lograr el triunfo en territorio blanco. Sería la culminación de una trayectoria impecable que conduce, inexorablemente, hacia un doblete que nadie se atrevía ni siquiera a imaginar.