¡El Barça, como el Madrid!

El Barça levantó en Granada un partido que tenía perdido

El Barça levantó en Granada un partido que tenía perdido / AFP

Alex Corretja

Alex Corretja

No soy muy dado a las comparativas, básicamente porque cada persona, deporte, o equipo tienen sus propias personalidades, o características concretas. Pero viendo al Barça frente al Granada el miércoles por la noche, en los cuartos de final de la Copa del Rey, tuve la misma sensación que he tenido en más de una ocasión cuando veo jugar al Real Madrid y quedan pocos minutos para acabar el encuentro. Sabes, percibes, intuyes, que el resultado que refleja el marcador no va a acabar así por imposible que lo parezca.

Seguramente es un sentimiento que recorre mi cabeza, porque en el fondo no quiero que eso suceda (soy culé y creo que es lógico que me pase), pero son muchos años viendo remontadas ‘in extremis’ en partidos empatados o casi perdidos y que son capaces de darles la vuelta con un orgullo y una personalidad digna de mención. 

Para conseguir llegar a ese punto se necesita tener mucha fe, una seña de identidad muy definida, acierto y, por supuesto, en alguna ocasión, algo de ‘fortuna’. Pero cuando ya sucede bastantes, o muchas veces, empiezas a entender que lo de la fortuna cada vez tiene menos cabida. Por suerte, los seguidores blaugrana también sabemos perfectamente cuál es ese sentimiento. Pero en mi humilde opinión, llevábamos bastante tiempo (por lo menos yo) sin tener esa certeza, la de no importa cómo vaya el resultado porque confío en que encontrarán una solución para darle la vuelta como sea.

Me remonto a las épocas de Guardiola como técnico, que sabías que para perder un partido, el equipo rival tenía que jugar el partido del año para vencerles, y más recientemente, a las de Luis Enrique por ejemplo, que fue el último entrenador que dejó grandes títulos al equipo catalán y remontadas memorables para los seguidores del Barça, como la inimaginable en el Camp Nou frente al París Saint-Germain. 

Pues bien, volviendo al miércoles, el Barça perdía por dos a cero en el minuto 88 del tiempo reglamentario, pero la imagen y la actitud que estaba ofreciendo el equipo de Koeman era la de un grupo que creía que podía empatar la contienda, a pesar de parecer utópico en ese momento. Remates al palo, un montón de córners, asedio constante a la portería de Aarón (el excelente portero del Granada), hasta que al final, en un remate poco ortodoxo de Griezmann y con algo de fortuna, todo sea dicho, encontró el gol que le abría la esperanza del milagro.

Minutos más tarde, con el equipo volcado en el área andaluza, lograron su recompensa en forma de empate, para así llegar a la prórroga, que les daba 30 minutos de margen para cumplir con su machada y acabar imponiéndose al equipo del gran Diego Martínez por el resultado final de 3 a 5. En muchas ocasiones, la forma en que compites es mil veces más importante que ganar o perder. Y para mí, el partido del otro día le puede abrir un nuevo escenario al Barça, quizá no suficiente para ganar grandes títulos esta temporada, pero sí para recuperar lo que nunca debió perder… ¡su identidad!

EL CABREO DE ZIDANE

Ayer, en rueda de prensa, el entrenador del Real Madrid explotó cuando un periodista le cuestionó su tono reivindicativo. El francés aprovechó, emulando a Michael Jordan en su última temporada con los Chicago Bulls, para pedir un respeto al equipo que el año pasado ganó la Liga, y su derecho a defender el título. Siempre he sido muy fan de Zinedine, primero como jugador y después como entrenador. No os preocupéis, si no lo queréis en Madrid, por mí, ya le encontraremos un hueco por aquí cuando llegue el momento. Hoy estoy a muerte con Ronald.

EL OPEN DE AUSTRALIA, AL LÍMITE

Esta semana han empezado a disputarse varios torneos en la ciudad australiana de Melbourne, exactamente en las mismas instalaciones donde el próximo lunes se va a iniciar el primer Grand Slam de la temporada. 

Todo parecía ir según lo previsto, hasta que un positivo por COVID de un trabajador de uno de los hoteles oficiales del torneo, puso en alerta a cientos de implicados viéndose obligados a hacerse pruebas y confirmar que todos estaban limpios y listos para seguir con sus respectivos torneos y entrenos previos a la competición. Por suerte todo quedó en un susto y tendremos Open de Australia.