El Barça logra cambiar la tendencia

Joan Laporta se ha propuesto cerrar otro círculo virtuoso en su segundo mandato en el FC Barcelona

Joan Laporta se ha propuesto cerrar otro círculo virtuoso en su segundo mandato en el FC Barcelona / EFE

Sergi de Juan

Sergi de Juan

Joan Laporta y el Barça marcan el paso. Y no porque el presidente azulgrana se atreviera a bailar en plena calle en Las Vegas, la ciudad que también albergó un nuevo y simpático desafío al Real Madrid en forma de lona lumínica en la previa del clásico en la ciudad de Nevada. Ya en Nueva York, pudo presumir de nuevo fichaje, Jules Koundé, y lanzar una advertencia pública a todos los rivales; el Barça ha vuelto. Seguramente de eso ha hablado, y mucho, en las entrevistas que ha concedido a grandes medios norteamericanos, entre ellos el New York Times, cuyas oficinas visitó. 

Han sido días felices para Laporta porque ha visto resurgir la ilusión de la mayoría de los barcelonistas y porque el Barça está recuperando su sitio en la élite del fútbol. El impacto de la gira y los fichajes han devuelto al club en la primera línea mediática mundial y han puesto a todos los rivales en alerta. Este Barça va muy en serio. Quiere volver a ganar ya.  

La apuesta arriesgada pero imprescindible de la junta directiva necesita que la pelota entre y hasta que ésta no empiece a rodar todos nos mantenemos a la expectativa. Lo que si que ya es tangible y una realidad es que el Barça que se está construyendo ha conseguido cambiar la tendencia de un equipo y de un club que sin la revolución orquestada estaba condenado a la desilusión y a la derrota

Lewandowski, Raphinha, Koundé y en menor medida Christensen y Kessie son jugadores que han hecho una apuesta muy fuerte por este proyecto. Evidentemente que la marca Barça atrae y tiene un gran valor pero seguramente si no hubieran hablado con Xavi y tuvieran la certeza que el club estaba dispuesto a todo, incluso ceder un porcentaje relevante de futuros ingresos, para revertir su triste realidad no hubieran aceptado fichar por un Barça que hace unos meses parecía muerto. 

La buena imagen dada por el equipo en los amistosos de la gira americana no hace más que aumentar la sensación que ya se palpa entre el barcelonismo de que las cosas van a salir bien y que el club y el equipo están resurgiendo. Hay prisa ya para que empiece la liga y el Camp Nou, o mejor dicho, el ya Spotify Camp Nou, pueda vibrar con los goles de Lewandowski - mejor estrenarse en un partido oficial que en amistosos -, los de Ansu Fati, que cada día que pasa parece que no hay dudas sobre su estado físico, las jugadas por la banda de un Dembélé que parece otro radicalmente distinto al que conocíamos, las diabluras de Raphinha con su zurda mágica, y la magia sin fin de Pedri, llamado a ser uno de los principales líderes de un equipo que ya despierta envidias.