¡Por fin se acabó el maldito 2020!

Braithwaite se lamenta tras fallar el penalti

Braithwaite se lamenta / Valentí Enrich

Lluís Mascaró

Por fin se ha acabado el maldito 2020. Un año de mierda. Y perdonen la expresión. Para la humanidad. Y para el Barça. El mundo ha sufrido (sigue sufriendo) una pandemia que nos ha cambiado, dramáticamente, la vida para siempre. Y el club blaugrana se ha visto inmerso en un colapso deportivo, económico e institucional sin precedentes. Pero, afortunadamente, hay luz al final del túnel. De todos los oscuros y tristes túneles que llevamos atravesando desde hace demasiado tiempo. Por un lado, la vacuna contra el coronavirus ha empezado a distribuirse por todo el planeta con el objetivo de lograr la inmunidad de la población a lo largo de los próximos meses. Y, por el otro, el barcelonismo se enfrenta, el día 24 de enero, al gran reto de elegir al presidente que debe cambiar (o, mejor dicho, enderezar) el rumbo de la entidad. El 2021 debe ser, sí o sí, mejor que este horroroso 2020 que mañana se despide de nosotros dejando tras de sí un reguero de espanto y decepción pavorosos.

El Barça cerró su particular ‘annus horribilis’ con un apurado empate ante el Eibar. Un punto que difícilmente sirve para mantener las escasas ilusiones de seguir aspirando a ganar la Liga. Con Messi en la grada (regresó ayer de sus vacaciones), recuperándose de sus molestias en el tobillo, se esperaba que Griezmann y Coutinho dieran un paso al frente para ‘tirar del carro’. Pero no lo hicieron. Aunque tampoco es una sorpresa. El francés estuvo desaparecido en el campo (incluso se ‘escondió’ a la hora de tirar el penalti que falló Braithwaite) y el brasileño se quedó en el banquillo y cuando salió, se rompió. Koeman, incluso, decidió cambiar a Griezmann en el minuto 65 y con 0-1 en el marcador. Una demostración de que el crédito del galo (si es que le quedaba algo) se está acabando por momentos. Por suerte, Dembélé (que regresaba tras un mes de baja tras su enésima lesión) evitó la derrota pero no la sensación total de desasosiego. Lo mejor del partido: que fue el último del 2020. El 2021 no puede ser peor. Seguro.