El Barça lidera los cambios en el fútbol

Bartomeu, presidente del Futbol Club Barcelona

Bartomeu, presidente del Futbol Club Barcelona / sport

Ernest Folch

Ernest Folch

Estamos ya en pleno impacto del coronavirus en el mundo del fútbol y lo que hace escasamente una semana parecía ciencia-ficción, ahora mismo es ya una realidad en marcha: jugadores bajándose el sueldo voluntariamente o por la fuerza, revisiones drásticas de presupuestos con ingresos muy a la baja de televisiones y patrocinadores, clubs haciendo ERTE como tantas miles de empresas... el panorama es muy duro y sería casi imposible de asumir si no fuera porque todos confiamos en que va ser provisional y limitado en el tiempo.

Sin duda, el club que está generando más ruido a su alrededor, por la crisis económica que se avecina, es el Barça, que ha sido el primero en mover ficha en la reducción de sueldos de los jugadores y en el replanteamiento general de toda la economía del club.

De momento, y para poner solo un ejemplo, nada se sabe del Madrid, que tampoco podrá salvarse de tener que hacer un plan de contingencia. Y es que el Barça, con su presidente a la cabeza, está liderando una interlocución a nivel europeo para unificar posiciones entre los grandes clubs, y evitar tener que tomar decisiones individuales, que serían mucho más difíciles de aplicar.

En un momento en el que una profunda división amenaza al mundo del fútbol (ayer Infantino sugería hacer menos partidos y menos torneos y fue replicado duramente por Tebas), Bartomeu intenta buscar los puntos en común entre los grandes de Europa para lograr capear este terrible temporal como sea. 

El Barça fue primero muy activo con la reorganización del calendario y logró, junto con los otros miembros de la ECA, que cuajase la iniciativa de aplazar la Eurocopa al 2021 para que las grandes Ligas puedan terminar sus competiciones antes de agosto.

Ahora Bartomeu ha tomado las riendas de la reforma económica necesaria en todos los clubs y especialmente en el Barça, donde las medidas de contención van a ser, como en cualquier colectivo, un asunto delicado y difícil de gestionar. Esta vez, nadie podrá reprocharle al Barça que no haya reaccionado a tiempo ante toda la que está cayendo.