Lo mínimo es no dar nada por perdido

Entrenamiento previo al Barça-PSG

Entrenamiento previo al Barça-PSG / FC Barcelona

Albert Sáez

Albert Sáez

Algunos aficionados nos acusan a los periodistas de ser demasiado optimistas y de tener demasiadas esperanzas puestas en Koeman. Pero lo cierto es que en este club, ahora por ahora, quedan Koeman, Messi y el equipo y poca cosa más. Creo que no somos los únicos en pensar que, al menos hasta el 7 de marzo, no queda otra que mantener el equipo en pie. Defender esta idea no significa negar la responsabilidad que Bartomeu, y Rosell en segunda instancia, tienen en lo que está pasando.

Y ante las tres remontadas que tenemos por delante no queda otra que apoyar a Koeman y a Messi mientras sigan demostrando que no quieren dar nada por perdido, y se sonrojen por episodios como el del martes ante el PSG. Está claro que nadie ve al equipo con el talento necesario para remontar en París. Y tampoco contra el Sevilla en la Copa. Pero hace un mes, todos dábamos la Liga por perdida y los sucesivos pinchazos del Atlético ha reabierto la competición. Aunque está claro que la potencia de este equipo es muy diferente según el rival que tenga delante. Pero nunca se puede bajar los brazos, esta actitud también forma parte del estilo del Barça, como mínimo en las dos últimas décadas.

Ciertamente, no hay que confundir la ilusión con el ilusionismo. Desear que ahora le vayan las cosas bien a Koeman y al equipo no es favorecer a ningún presidente ni a ningún candidato. Es tener lealtad con el club. Y Koeman la tiene desde el momento en que aceptó este reto y ahora piensa en cómo dar valor a los jóvenes para salvar la temporada pero también para ponerlos en el mercado si eso es lo que decide el presidente que surja del 7 de marzo. Lo que tenemos por delante no es fácil. Llevamos un año sin ir al estadio. Hemos vivido el declive del club sin estar juntos, sin aplaudir o silbar al unísono. Es lógico que todo se nos haga más cuesta arriba aún. Pero todo esto pasará.